Los vecinos dejan mensajes de agradecimiento en los contenedores de la basura

Salir al balcón, a la ventana o asomarse a la puerta a las ocho de la tarde para aplaudir se ha convertido para todos en una bonita costumbre. Nos ayuda a sentirnos más unidos y a ver, aunque sea por unos minutos, a los vecinos y comprobar que están bien.

Pero sobre todo, nos sirve para sentirnos agradecidos y protegidos por todos aquellos que están arriesgando su vida por salvar la nuestra.

Son muchos los sectores que continúan activos durante el estado de alarma, la mayoría totalmente indispensables. Es el caso de quienes se encargan de mantener el pueblo limpio, como si nada hubiera pasado.

Siempre han estado ahí. Subidos en un camión o a pie para recoger la suciedad en la calle o las bolsas de basura que diariamente depositamos en los contenedores. Para nosotros eso no ha cambiado, pero sí para ellos.

Seguro que estos días trabajan con ese miedo que antes no tenían al tener que ir a trabajar, con más ganas que nunca de llegar a casa, pero con el recelo de hacerlo sin saber si llegan libres de contagio para ellos y su familia.

Uno de esos operarios que recoge la basura es el campanariense Ángel Luis Culebras, quien reconoce haberse llevado una grata sorpresa al encontrar estos días muestras de agradecimiento en los contenedores por la labor, que como tantos otros compañeros, desempeña.

Se trata de dibujos con mensajes de ánimo que han sido hechos por niños y adultos, y que alguien ha aprovechado para pegar cuando ha ido a depositar su bolsa de basura.

Para ellos, también, va ese aplauso que todos los días a las ocho de la tarde rompe el silencio de las calles de Campanario.