Siete de las doce bodas previstas para este año han sido pospuestas para el 2021

Uno de los efectos colaterales de la crisis sanitaria ha sido la prohibición de actos multitudinarios durante las primeras fases de la desescalada, que ha coincidido con una de las épocas de mayor número de enlaces matrimoniales.

En primavera y verano se concentran la mayoría de las bodas que, en casi todos los casos han sido aplazadas al próximo año, como es el caso de Campanario.

Aunque en la nueva normalidad los eventos como las bodas civiles y religiosas ya están permitidos, aunque extremando las medidas de seguridad y limitando el aforo y el número de asistentes, los campanarienses han preferido no arriesgarse.

De este modo, de la docena de parejas ha tenían previsto casarse en una ceremonia religiosa en Campanario en 2020, tan solo una ha llegado a hacerlo, ya que tuvo lugar en el mes de febrero, cuando todavía poco se sabía de la crisis sanitaria que se avecinaba en nuestro país.

Son los datos que ha dado a conocer el párroco de la localidad, Luis Ramírez, quien asegura que cuando se inició el estado de alarma, poco a poco las parejas de novios fueron cambiando de fechas, «de tal modo que unas las han pospuesto para este mismo año y otras han preferido irse al próximo».

Por el momento, hay previstas tres bodas que se celebrarían en el mes de octubre y una para noviembre, explica el párroco. En cambio, para el próximo año, ya hay apuntadas 14 celebraciones nupciales por la iglesia, contando con las que han cambiado de fecha y otras que estaban previstas para 2021.

Cabe recordar que el pasado año tuvieron lugar 16 matrimonios religiosos y 12 en el año 2018.