La Fábrica Electro-Harinera y Panificadora 'San Andrés' de Campanario es uno de los edificios emblemáticos de la arquitectura popular, en la actualidad en peligro de derrumbe. Lo podemos localizar en una parcela murada próxima la parte izquierda de la carretera Campanario-Quintana de la Serena, equidistante de la población y de la estación de RENFE.
La Fábrica de forma rectangular y cubierta a dos aguas, de notable valor arquitectónico, con sus muros de piedra y ladrillo, ausencia de columnas en su interior y buena iluminación, fue construida en el año 1886 para la producción de harina y elaboración de pan. Pero no solo eso, también dio suministro de energía eléctrica para el pueblo durante un tiempo.
El pan se fabricaba en tres calidades o clases: pan de primera, muy blanco y de mayor precio; pan de segunda o maquilera, el más consumido; y el pan de tercera o de cebada, el más económico y de color oscuro.
Una vez el pan horneado (cocido) se transportaba en un carro de varales tirado por una mula y conducido por Braulio, durante muchos años, hasta el despacho de venta localizado en la calle Real nº 14 de Campanario, vivienda del dueño.
Según informes el primer propietario de la Fábrica pertenecía a la familia don Juan Andrés Aguilar, y tras años de funcionamiento fue alquilada a don Luis Lozano Marín, pasando a su propiedad tras un período de tiempo. Las hijas de éste, María, Eleuteria y Luisa, fueron las encargadas más frecuentes de la venta del pan diario.
Ante la escasez por aquellos tiempos de otras panaderías y con algo más del doble el número de habitantes en la población que en la actualidad, la fábrica tuvo mucha actividad y producción a lo largo de la mayor parte del siglo XX. Funcionaba las 24 horas del día. Pero comenzó su declive en las últimas décadas del mismo. Recuerdo que en ocasiones era necesario guardar turno o cola para poder comprar y llevar a la vivienda el alimento básico de todas las familias, hecho de harina mezclada con agua y sal.
La electro-harinera y panificadora de nuestro pueblo llegó a tener en los años de mayor actividad numerosos empleados que se trasladaban diariamente a la fábrica a pie o en bicicleta. De entre estos empleados recuerdo a Rodrigo Gallardo (administrativo), Braulio Muñoz, Pedro Moreno, Ángel, Antonio Carmona, Antonio (Molano) o Paco (Canillo), entre otros.
Años más tarde, a finales de los años noventa, en una explanada lateral del edificio se instaló una discoteca de verano.
La industria y el edificio donde se desarrollaba dejaron de utilizarse comenzando su progresivo deterioro y hundimiento parcial. Desde la situación de ruina en la que se encuentra el inmueble, bien podría plantearse a nivel particular u oficial las reparaciones necesarias para impedir su derrumbe con vistas a otros usos dada la buena situación y cualidad del edificio.
Curiosidades
A modo de historia: El hallazgo más antiguo acerca de la existencia de la Fábrica es un diagrama a escala 1:50 fechado en Barcelona en mayo de 1930, que presenta un molino maquilero para moler 160-180 kilogramos de trigo por hora, propiedad de los señores Andrés Aguilar Molina y Cia. Campanario (Badajoz).
En noviembre de 1954 aparece un proyecto de reforma de la Fábrica de harinas de Campanario, siendo los peticionarios Diego Martín Bolaños y Antonio y Diego Sánchez Díaz, que legan a favor de Pascual Martín Gómez-Coronado en el año 1956 la parte que les corresponde de la Fábrica. Y en 1959, Antonio Martín lega a favor de Andrés y Francisco Gómez Martín.
Sería en agosto de 1958 cuando la empresa Caballero y hermanos Sánchez Díaz y Martín Bolaños S. R. C. proyectan la instalación de maquinaria industrial por valor de 153.000 pesetas.
En el año 1981 aparecen los siguientes nuevos propietarios: Antonio Caballero, Andrés y Francisco Gómez Martín, Córdula Pajuelo, Antonia Martín y José Luis Martínez Rodríguez.
Después, nuevos socios entran a formar parte de la propiedad de la fábrica en el año 1984, como Antonia del Rosario Sánchez Martín, Ildefonso Barbero Díaz y Margarita Sánchez Martín.
El 29 de marzo de 1986, se acuerda la transformación de Sociedad Regular Colectiva en Sociedad Anónima Harinera San Andrés, cuyo capital social pertenece a José Luis Martínez Rodríguez y Mª Piedraescrita Jiménez Díaz el 50%, y el 12,5% pertenece a cada uno de los cuatro socios restantes, Pascual Martín Gómez- Coronado, Antonia del Rosario Sánchez Martín, Ildefonso Barbero Díaz y Margarita Sánchez Martín.
Observar el funcionamiento de la Fábrica era algo de admirar, las grandes poleas transmitían los movimientos de vaivén a los equipos de moler y cribar la harina.
Otras panaderías competían en la venta de pan con la Fábrica siendo la de «la tahona» en la calle Santa Clara una de las más antiguas.
Francisco Gonzáles Quijano fue el primer propietario de esta panadería, comprada posteriormente por Ermógenes de la Cueva, junto a su mujer Concha Spínola. La familia Gallardo Pajuelo, por herencia de sus antepasados, son actualmente sus propietarios.
Mi agradecimiento a Piedraescrita Jiménez, compañera y amiga, por haberme facilitado la documentación precisa para este trabajo.
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