El puente del río Zújar
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Este maestro jubilado recoge la información precisa que dio lugar al puente que hizo más fácil la vida a los vecinos de la comarca.INFRAESTRUCTURAS ·
Este maestro jubilado recoge la información precisa que dio lugar al puente que hizo más fácil la vida a los vecinos de la comarca.FERNANDO GALLEGO
Jueves, 20 de agosto 2020, 10:19
Revisando las páginas del Libro anotador de testimonios, donde también se certificaciones, legitimidad de firmas, autoridades y funcionarios, he encontrado información de interés que deseo compartir con todos los campanarienses. Ha sido recogido de entre desechos de un organismo oficial, cuya primera notificación fechada en Campanario es el 1 de enero de 1876, y finalizada la última anotación el día 3 de febrero de 1.956 con el número 648.
Con su publicación, pretendo informar a nuestros lectores acerca de la difícil y expuesta comunicación que en aquellos lejanos tiempos existía entre Campanario y Orellana la Vieja, así como con otros pueblos de la Siberia extremeña.
A continuación, reproduzco una copia del libro indicado:
El 19 de noviembre de 1929, a instancia de D. Jacinto Donoso Balmaseda, vecino de esta villa, he dado testimonio por exhibición, en relación de una certificación expedida el 28 de abril de 1906 por D. Ildefonso Collejo y Pastor, Registrador de la Propiedad de Villanueva de la Serena, de la cual resulta que Dª. Carlota Rúspoli y Maartiluú, Condesa de Casoluú, adquirió por herencia de su padre el derecho sobre la Barca establecida en el río Zújar, en jurisdicción de Campanario.
Fue en documento privado de compraventa, firmado en el mes de diciembre del año 1909, por el cual el D. Carlos Rúspoli y Álvarez de Toledo, como apoderado general de la señora Condesa de Casaluú, vendió a D. Jacinto Donoso Valmaseda el Derecho sobre la Barca antes expresada, en concepto de exclusivo.
Dicho hecho es digno de mención para explicar que la carretera que une Campanario con Orellana la Vieja, había de salvar dos obstáculos importantes, como sobre el río Zújar y el río Guadiana. Tanto uno como otro se salvaban mediante barcas. Con la construcción del embalse de Orellana a principios de los años sesenta del siglo pasado, la carretera pudo continuar por el propio cuerpo de presa. Y el río Guadiana por esa zona nunca tuvo puente.
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El Zújar es el río más característico de La Serena, afluente del Guadiana, con grandes variaciones de su caudal con anterioridad a su regulación por el embalse. Tiene una longitud de 214 kilómetros. Este río se salvaba mediante un vado, conocido como «espolón».
En el BOE de 1960 aparece la autorización para la construcción del Puente sobre el río Zújar en el camino vecinal de Campanario a Orellana la Vieja por un presupuesto de 6.433.742,84 pesetas, autorizándose su ejecución el día 1 de diciembre del mismo año. A finales de 1961 o principios de 1962, una gran riada derrumbó el puente, al parecer por los materiales arrastrados procedentes de la presa del Zújar en construcción, que taponando los ojos del puente, provocaron su total derribo.
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Más tarde, en diciembre de 1962, se autoriza un servicio de una barca en el río Zújar por 138.496,25 pesetas, como recogen las actas de febrero de 1962 del Plan Badajoz. Suponía una auténtica aventura realizar la travesía de los ríos en barca. Y yo mismo recuerdo haber cruzado ese río en barca con buena compañía, y cuando hacía buen tiempo ofrecía un verdadero placer.
Ya en el año 1963 fue adjudicado el badén de acceso al futuro canal del Zújar en sustitución del derribado puente que daría continuidad a la carretera de Campanario a Orellana la Vieja y demás pueblos de la Siberia.
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Finalmente, terminó de construirse el puente entre los años 1994 y 1995, dando continuidad a la carretera EX-115 sobre el río Zújar. El Guadiana y Zújar, además de ser los principales ríos de la comarca, al ser embalsados, han cambiado profundamente el aspecto original de los mismos, dando lugar a masas de agua quietas con la consiguiente desaparición de especies de aguas corrientes y la proliferación de otras no autóctonas. Las inundaciones de vastas zonas de terreno modificaron el primitivo paisaje serenense.
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