Borrar
Juan Carmona, a su regreso del paseo matutino. SOL GÓMEZ
«Era el más pequeño de ocho hermanos y aprendí muchas granujerías»

«Era el más pequeño de ocho hermanos y aprendí muchas granujerías»

JUAN CARMONA 'TOMATE' ·

A sus 84 años, cuando se le pregunta por su profesión, él responde que se ha dedicado «a todo»

Miércoles, 28 de septiembre 2022

Como cada día, Juan Carmona Cruces, conocido en Campanario como 'Tomate', regresa sobre las diez de la mañana de dar su paseo matutino. Lo hace enfilando la carretera hacia la ermita de Piedraescrita, anda algo menos de un kilómetro y regresa de nuevo a casa. Antes, suele hacer una pequeña parada en la cruz, porque es frecuente encontrarse por allí con algún otro vecino para charlar, aunque sea brevemente. No obstante, asegura que hoy no se ha cruzado con mucha gente «quizá hayan venido más temprano», mientras recuerda a la gran cantidad de gente que se ha encontrado este verano yendo y viniendo andando camino de la ermita.

A sus 84 años, cuando se le pregunta por su profesión, él responde que se ha dedicado «a todo». A lo que ha dedicado más tiempo hasta su jubilación ha sido a la albañilería, pero comenzó de joven cargando sacos de trigo, y así se llevó hasta que contrajo matrimonio. Después, emprendió en el negocio de la hostelería llevando el bar Tomate, donde actualmente está la entidad Cajalmendralejo en la plaza. «Ya no quedan casi bares de los de toda la vida, en todo caso uno o dos». Con ello continuó durante doce o catorce años, hasta que tuvo que dejarlo ya que el local no era suyo y fue requerido para soltarlo. «Pero funcionaba bien», cuenta, sobre todo a la hora de tomar los chatos de vino y echar la partida.

Entonces, Juan decidió dejar ese sector para iniciarse en la construcción con una empresa, tanto dentro como fuera de Campanario, construyendo o reformando viviendas.

La familia

Mientras echa mano de los recuerdos, asegura estar satisfecho con la vida que ha llevado, pero, sobre todo, con la familia que ha formado. Sus cuatro hijos, dos hembras y dos varones, son su mejor recompensa, además de los nietos. Además, tiene la suerte de tener a tres de ellos viviendo en el pueblo, y una de sus hijas en Madrid.

Igual que su hija, muchos otros se han ido marchando «y poco a poco los pueblos se van quedando muertos», señala. El motivo es que los jóvenes estudian y se van fuera a buscar trabajo «mientras los viejos vamos doblando el labio», remata. Él no tuvo la oportunidad de estudiar. Era el más pequeño de ocho hermanos, por lo que había demasiadas bocas que alimentar, debiendo todos arrimar el hombro. «Al ser el pequeño soy el que más granujerías aprendí», dice risueño.

Juan 'Tomate' sigue camino de casa a la espera de que su mujer, que está en el centro de día, regrese sobre las cuatro. Con ella pasará la tarde hasta que, por la mañana, ella se marche al centro y él a su paseo matutino.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Era el más pequeño de ocho hermanos y aprendí muchas granujerías»