JUAN SÁNCHEZ HUERTAS
Viernes, 10 de mayo 2019, 12:28
La Feria de Abril de Campanario se hace en honor a la Virgen de Piedraescrita, Patrona de la localidad.
El origen de esta feria fue de ganados y se remonta al s. XVIII cuando se trasladó al pueblo la que durante unos años se hizo en los alrededores de la ermita de Piedraescrita y que anteriormente (hasta 1752) se realizaba en la finca de Gamitas, junto al Camino Real, en la Real Dehesa de la Serena, al lado de lo que es hoy carretera de Orellana a Castuera, y que fue importante en los siglos XVI y XVII por ser la Serena el centro principal de los ganados merinos.
Según el Padre San José (1678-1752), Prior del Monasterio de Guadalupe, en 1750 hubo una gran sequía y se trajo a la Virgen en procesión a la iglesia parroquial en petición de buenos temporales. Se le hizo un novenario y llovió copiosamente. En 1760 el Ayuntamiento a petición de los vecinos decide que se traiga a la Virgen todos los años al pueblo y se celebre su fiesta. En principio y hasta el siglo XX se celebraba en marzo. Después se trasladó a abril porque pensaban que era mejor tiempo. De nuevo, en 1932, se pasó del 27, 28, 29 y 30 de abril al 14, 15, 16 y 17 de marzo, y a partir de 1940 de nuevo vuelve a celebrarse en abril.
Actualmente la feria comienza el día 27 con la 'Entrada' de la Virgen al pueblo. Los actos religiosos se inician en la ermita con una misa a las 18.30 y a continuación comienza la salida hacia el pueblo, siendo acompañada por un nutrido grupo de fieles durante todo el recorrido de unos 5 kilómetros. Mientras viene la Virgen de camino, en la Plaza de España la banda de música da un pequeño concierto para animar a la gente que va llegando, hoy vestida con sus mejores galas, para recibir a la Virgen.
A las 20.30 horas salen de dicha plaza las autoridades eclesiásticas, la Corporación Municipal, la Cofradía de la Virgen y el pueblo fervoroso hacia la Cruz de Piedraescrita. Al llegar la Patrona es acogida con cohetes, vítores, cantos y oraciones. La banda municipal de música toca el himno nacional en su honor. Seguidamente se canta la Salve y se continúa el recorrido en procesión, siendo la Virgen aclamada con canciones religiosas populares y las armoniosas melodías de la banda. A la entrada del pueblo se quema una bonita colección de fuegos artificiales. Durante el trayecto se hacen las tradicionales pujas para llevar a hombros a la Virgen que va en andas (suelen ser los que han hecho promesas). Avanza la enorme muchedumbre en procesión hasta la Plaza de España.
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Todos los paisanos que marcharon a otras tierras, si les es posible, vienen este día a acompañar a 'La Barranquera', que es como popularmente se llama a la Virgen por estar el santuario en la finca Los Barrancos. Cuando la Reina de la Serena llega a la Plaza, que está abarrotada y en silencio, se queman fuegos artificiales en su honor y a continuación un sacerdote o seglar del pueblo le da la bienvenida desde el balcón del Ayuntamiento. Siguen los fuegos artificiales y, al terminar, la Virgen es conducida a la Iglesia Parroquial entre vítores, pañuelos blancos y los acordes de la banda que toca el Himno de Extremadura. Dentro del templo se vuelve a cantar la Salve.
Después de los actos religiosos, la concurrencia se marcha al ferial para divertirse con las atracciones allí instaladas y disfrutar de las casetas y del baile de la verbena municipal.
El lugar de celebración de los festejos ha cambiado a través del tiempo. En principio fue en las plazas de alrededor de la iglesia. En el año 1967 se trasladó al lado del Parque. Cuando se inauguró la caseta m municipal en 1988 se pusieron las atracciones en la carretera (avenida de la Constitución) y en la avenida del Campo de fútbol, hasta que el año 1999 se cambió todo el ferial a la avenida de los Emigrantes rodeando la nueva caseta Municipal o auditorio. Actualmente es aquí donde se ponen las atracciones.
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Los días 28 y 29 la gente suele salir a mediodía al recinto ferial para participar y disfrutar de los festejos programados: bailes folclóricos, flamenco, toros, verbenas, conciertos…, y trata de pasarlo bien con la familia, amigos y conocidos, ya sean del pueblo o forasteros. Son días de convivencia y todo el que llega de fuera es bien acogido. Son muy conocidas las «mañanitas de abril» de esta feria por el buen ambiente que hay y la alegría que derrocha la gente de Campanario. Continúa la diversión hasta bien entrada la noche. Los jóvenes siguen su marcha hasta altas horas de la madrugada en la discoteca que hay instalada en el ferial.
El día 30 es fiesta local y considerado como el día principal de la Feria. A las 11.30 se hace misa solemne en la Parroquia y a continuación la procesión de la Virgen a la que pocos campanarienses suelen faltar. Es costumbre que a la salida y entrada de la Virgen al templo, las autoridades municipales la lleven en andas. El resto del recorrido lo hace todo el que lo desee. A la salida, la banda municipal de música toca el himno nacional.
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Continúa la procesión por las calles del recorrido habitual con los balcones engalanados de bonitas colgaduras. Delante de la Virgen van los niños que han hecho la primera comunión ese año (los llamados 'angelitos'), precediéndoles la banda que va animando con sus notas todo el recorrido. Detrás de la imagen van las autoridades eclesiásticas y civiles locales, y gran muchedumbre de fieles devotos que hacen el recorrido por las calles: Plaza España, Real, Las Monjas, Amargura, Afligidos, Parador y Plazuela. Durante la procesión el público que acompaña va cantando canciones alusivas a la Patrona. Al pasar por el convento de las monjas Clarisas se entra a la Virgen en la capilla durante unos minutos y éstas la cantan canciones marianas. Después prosigue el cortejo hasta llegar a la Iglesia parroquial y al entrar la Virgen en ella el pueblo la aclama con los clásicos vivas: «Viva la Barranquera», «Viva la Virgen de Piedraescrita», «Viva la Reina de la Serena», «Viva nuestra Madre», y la despide con aplausos y moviendo pañuelos en alto como blancas palomas que emprenden el vuelo entre el eco de las notas musicales del himno de Extremadura. Dentro del templo se canta la Salve para despedirla.
Después de la procesión, la mayor parte del pueblo, jóvenes y mayores, se dirige al recinto ferial y sigue todo el día como los tres anteriores: con animación, de tapas, cantando, bailando y derrochando alegría hasta que el cuerpo aguante para dar fin a la feria más importante de Campanario. Desde hace unos años, al ser fiesta el 1 de mayo, se ha prolongado la diversión otro día más habiendo verbena ('matiné') en la caseta municipal.
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