

Fran Horrillo
Domingo, 29 de julio 2018, 20:12
Un niño de 7 años que entró en parada cardiorespiratoria en la piscina de Campanario el pasado viernes, logró salvar la vida gracias a la actuación providencial de un médico de familia que hizo uso de un desfibrilador para reanimar al menor.
Igual de importante fue la ayuda previa de los socorristas de la piscina y de una enfermera que estaba en el recinto en esos momentos disfrutando de una jornada de baño, que realizaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica hasta que llegó el equipo sanitario de guardia del centro de salud, formado por el médico, una enfermera y el técnico de transporte, que también aportaron su granito de arena.
Hasta entonces, se vivieron momentos de angustia y de nervios en la piscina municipal de Campanario, aunque la actuación de todos los intervinientes fue de vital importancia para un desenlace feliz.
En concreto, una vez que llegó el médico hizo uso del DESA (desfibrilador externo semiautomático) del que disponen en la ambulancia, y pudieron reanimar al niño, que fue trasladado en helicóptero a la UCI pediátrica del hospital Materno Infantil de Badajoz, presentando "muy buena evolución en las primeras horas", como informa el citado médico.
Un sanitario que quiere poner en valor la importancia de contar en los espacios públicos con estos aparatos, que el pasado viernes salvaron la vida a un niño de 7 años.
Cabe recordar que el Ayuntamiento de Campanario instaló en febrero del año pasado cuatro desfibriladores en diferentes dependencias municipales.
Más concretamente se instalaron en el edificio del Ayuntamiento, en el campo de fútbol, en el gimnasio-pabellón, mientras que el cuarto lo llevará la Policía Local en su vehículo.
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