El centro de ocio se abarrota en la presentación de la novela de Rafi Cano

El salón de actos del centro de ocio se abarrotó el pasado sábado por la noche en la presentación de la última novela de la escritora campanariense, Rafi Cano, y titulada 'La Senda del Rey'.

Nuestra paisana saca su segunda novela, editada por la editorial Caligrama que ya ha presentado en Plasencia, Madrid y Cáceres, y su localidad natal fue su siguiente parada y no defraudó.

Una acogida que agradece la propia autora: "Pues la verdad es que estuvo muy bien. Me sentí profeta en mi tierra. A pesar de que había muchos eventos sociales el salón estaba lleno y fueron muchas las personas que aguantaron de pie".

En la presentación la autora fue desvelando los detalles de su nueva novela, que trata de dos religiones enfrentadas con un solo destino.

Bartolomé Miranda y Manuel Soto estuvieron presentes en el acto, que presentó el edil de Cultura, Fran Cruces. Barto y Manolo se turnaron para hacerle a Rafi preguntas y todo transcurrió como una charla entre amigos. Ambos le pidieron que leyera un fragmento del primer capítulo cuando presenta a los personajes en la iglesia y luego ellos leyeron al alimón el pasaje en el nombra a la Virgen de Piedraescrita.

Luego llegó el turno de preguntas y fueron varios los que se atrevieron a preguntar sobre varios aspectos de la novela. "Yo me sentí muy a gusto hasta el punto de que me olvidé de las formalidades que conllevan este tipo de actos y parecía más bien una tertulia de un gran club de lectores", afirma Cano.

Por último tuvo lugar la firma de libros, y los lectores hicieron gala, una vez más, de su paciencia para esperar a que la autora les firmara la novela. "Fue una noche entrañable y muy entretenida", confiesa la escritora.

Tras esta presentación en Campanario, la autora seguirá su calendario de presentaciones en Badajoz, Guareña y Villanueva de la Serena.

El libro nos sitúa en la publicación por parte de Felipe III en 1611 del bando de expulsión de los moriscos a Berbería es el detonante para que la vida de la apacible villa de Magacela se vea alterada.