Fran Horrillo
Lunes, 19 de marzo 2018, 12:00
La bendita lluvia, tan ansiada y esperada, regresó para transformar el paisaje de Campanario y de La Serena en general. La presa del Paredón, que agonizaba en las últimas semanas, ha sido una de las que más lo ha agradecido y con estas precipitaciones casi ha vuelto a llenarse, dando vida a este bonito paraje de Campanario.
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También han agradecido esta lluvia los ríos, arroyos y pantanos. El Guadalefra corre ahora con abundante caudal, como nunca se le vio en los últimos años. Lo mismo sucede con los arroyos, como el Cestero, que a pocos días de la romería ha saltado el camino paralelo a la carretera de Piedraescrita, o el de Arrocampo.
Asimismo, el pantano de Orellana, una parte del cual está en término municipal campanariense, se aproxima ya al 70 por ciento de su capacidad.
Un agua que también ha sido una bendición para los agricultores y ganaderos, ya que viendo los campos verdes se antoja una cosecha de cereal importante, al tiempo que las ovejas han dicho adiós a los campos áridos y secos, dando la bienvenida a la hierba en forma de comida.
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