El mal tiempo, que acompañó todo el fin de semana, no impidió que fueran muchos los vecinos los que quisieron disfrutar y saborear algunas de las 42 tapas que ofrecieron los 21 establecimientos hosteleros participantes de esta V edición de la Ruta de la Tapa, que se celebró este fin de semana, del sábado 4 y el domingo 5, en Campanario.

El tiempo acompañó quizás más el domingo que el sábado, aunque en ambos días los bares tuvieron un gran ambiente y a ciertas horas punta, algunos de ellos se vieron desbordados.

Una vez que los campanarienses y vecinos de otras localidades disfrutaron con sus consumiciones y bebidas, ahora serán los propios clientes los que, con su voto, den el veredicto final para determinar cuáles son las mejores.

El Ayuntamiento como organizador, y contando con la colaboración de la Diputación de Badajoz, pretendía con esta actividad, sobre todo, dar un impulso al sector de la hostelería.

Tras la consumición, el cliente pudo pedir en el local correspondiente que le sellaran el pasaporte o rutómetro. En este caso, había que visitar un mínimo de 10 establecimientos y tener los sellos correspondientes, para votar la mejor tapa y poder participar en el sorteo de dos premios.

Los hosteleros se esmeraron con las tapas. Algunas muy originales, otras muy cuidadas en cuanto a su presentación y otras abundantes. Todos pusieron lo mejor de sí mismos para sorprender a los clientes.

Hasta el 17 de marzo se podrá depositar en las urnas disponibles en el Ayuntamiento el rutómetro sellado, con los datos y el voto a la mejor tapa. El recuento de votos y el sorteo se realizará el 21 de marzo a las 12 en el Ayuntamiento. Se premiará al establecimiento con la tapa ganadora y se realizará el sorteo entre las personas participantes con dos premios.

Por un lado, habrá un primer premio, de 200 euros en metálico. El segundo premio será un vale de 50 euros para consumir en los bares participantes..

Para facilitar el desplazamiento y para disfrute de niños y mayores, ambos días los vecinos y visitantes de la localidad pudieron subirse a un tren turístico que hizo la ruta por todos los establecimientos. Una iniciativa con la que se quiso invitar a los asistentes a dejar, por un día, el coche en casa.