Mimaesmima Teatro estrena el viernes 18 su nuevo montaje 'Historias de Max'
Es idea de su director, Goyo Escudero, y cuenta con textos reales encontrados en internet, en entrevistas reales a personas reales y con problemas reales, dramatizados y ligeramente acoplados para una digestión escénica más llevadera
Fran Horrillo
Martes, 15 de marzo 2016, 16:51
El próximo viernes 18 de marzo (con reestreno el domingo 20 marzo), a las 20.30 horas, se estrenará en el teatro Olimpia de Campanario el último montaje del grupo de teatro local Mimamaesmima Teatro, sobre una idea de su director, Goyo Escudero, Historias de Max, con textos reales encontrados en internet, en entrevistas reales a personas reales y con problemas reales, dramatizados y ligeramente acoplados para una digestión escénica más llevadera.
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Quizás este montaje no cumpla todos los cánones de la dramaturgia respecto de la estructura argumental que toda obra teatral debe plasmar: introducción, nudo y desenlace. En esta obra aparece un elemento de tensión constante que rompe con la normalidad en la dramaturgia, pues la obra se compone de siete nudos y un pequeño desenlace.
¿Quién es Max? Goyo Escudero responde: Max somos todos o nadie. O quizás ese ser que todos deberíamos ser, porque todos a diario nos tropezamos con cientos de personas a las que ni siquiera miramos: la mamá que lleva al niño al cole, el albañil y el carpintero, el empleado de banca, la niña que quiere amar, el inmigrante aislado, el ama de casa maltratada, la monjita ilusionada, la pija y sus trapitos, el ejecutivo agresivo, el joven en paro, la actriz frustrada, la puta cansada Con esta obra, Mimamaesmima Teatro quiere también hacer un pequeño homenaje al teatro y a todas las personas que aman y viven por el teatro. De hecho, el nombre surge de la simbiosis de dos obras culmen de la dramaturgia española: Historias de una escalera, de Antonio Buero Vallejo, y Luces de Bohemia, de Ramón María del Valle-Inclán, en la persona de su personaje Max Estrella, en la que Max es humano, con virtudes y defectos, y no está exento de contradicciones, en el que hay una perpetua síntesis de humor y queja, orgullosa dignidad, conciencia de mediocridad y sentimiento de frustración.
Las mujeres que visitan esta escalera de la calle, todas tienen un reflejo en las mujeres que viven, andan, trabajan, ríen o lloran, en nuestras calles, en nuestros parques.
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