Borrar
Maruja González en su belén que abrió el pasado sábado.

El belén de Maruja no falta a su cita por Navidad

Ya son cerca de 8.000 figuritas con las que cuenta, por lo que es considerado como uno de los más grandes del país

Fran Horrillo

Lunes, 14 de diciembre 2015, 06:47

Los motores ya carburan para dar movimiento a cientos de figuritas. Las luces se coordinan para reflejar casi a la perfección el amanecer y el anochecer. Por los arroyos, los ríos y en las fuentes ya corre el agua. Incluso llueve. Todo marcha ya, una Navidad más, en el belén de Maruja que se puede visitar en Campanario.

Esta vez, Maruja apuró más de la cuenta para rematar los últimos detalles, y fue el pasado sábado 12 de diciembre cuando desechó la llave a la puerta de su majestuoso nacimiento a los primeros visitantes de este año, que vinieron desde Cáceres.

Sin duda alguna, con los años su belén se ha ganado por derecho propio el convertirse en visita obligada en periodo navideño. Los niños acompañados por sus padres, aficionados belenistas o simplemente curiosos, atraídos por todo lo que se cuenta en los distintos medios del famoso nacimiento de Maruja, acuden sin dudarlo a la última planta del edificio del Camino del Torruco, que es la que ocupa el belén.

Una joya artesanal que, con los años, se va agrandando un poquito más hasta rozar ya las 8.000 figuritas y ocupar una superficie de unos 270 metros cuadrados. Unas dimensiones que le convierten en uno de los más grandes de España.

Este año, como reconoce Maruja, pidió que le hicieran unas figuritas por encargo, con las que ha podido montar dentro de su belén un mercado o plaza de abastos a la que no le falta detalle. El pescadero, el panadero, la frutera, el charcutero, la vendedora de dulces Todos protagonizan la novedad, en su afán de seguir mejorando y enriqueciendo su obra de arte particular.

Un año más, comenzó a prepararlo en agosto y de nuevo contó con la ayuda de su hija Gema, que es la elegida para tomar el testigo: Ella me echa una mano en los últimos años y ya va conociendo los trucos y todas las cosas que hay que hacer para que funcione una cosa u otra. De mis hijos, será Gema la que siga abriendo este belén cuando me muera, ya que tanto mi deseo como el de mi marido Pedro que en paz descanse, es que éste permanezca aquí durante muchos años y no se cierre, afirma emocionada.

Lo cierto es que visitar el belén de Maruja es un auténtico regalo para los sentidos. Por un lado, en la parte que se recrea la vida de Jesús todas las escenas están perfectamente reconocibles con carteles con los que Maruja se ahorra la explicación al visitante. Los desposorios de la Virgen, el casamiento, las bodas de Caná, el abrazo de María y su prima, Santa Isabel, Jesús con la cruz a cuestas, la huía a Egipto (considerado, por entonces, granero de Roma)...

Son algunos de los pasajes que se muestran, en un escenario salpicado de tejados propios del Belén de Judea, fuentes con cascadas, montañas nevadas, bodegas, cabañas o castillos. Muchos de ellos ornamentados y realizados con piedras de pizarra que recogió en los alrededores de la ermita de Piedraescrita.

Quién se queda quieto delante del belén se ve sorprendido, ya que el mismo se convierte en un espectáculo en el que interactúan todos los sentidos, pues en él amanece, cae el sol y se hace de noche e incluso cae la lluvia. Asimismo, muchas figuras cobran vida con el movimiento: las mulas trillan, las lavanderas sacuden las sábanas, las gallinas comen el grano, al tiempo que el agua corre cristalina por el río En definitiva, la quietud no existe.

Pero si bonito es el belén donde representa la vida de Jesús desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección, no menos especial es la parte que recoge las costumbres y tradiciones extremeñas, algunas muy propias de Campanario. Está presente el rodeo de las mulas, la empleitería típica de Campanario, los chozos de paja, la siega, las migas, las bordadoras...

Todo ello se complementa con otro nacimiento, situado nada más entrar a la izquierda, y compuesto de figuras más grandes de arte cristiano, que en su día le costó medio millón de las antiguas pesetas.

Aunque no recibe ayuda alguna, solo la voluntad que quiera darle el visitante, y tiene gastos de luz de hasta 600 euros para que su belén luzca en todo su esplendor, Maruja admite que sigue manteniendo la ilusión intacta y de ahí que abra las puertas de par en par a todo el que quiera visitarle. En este sentido, sí admite que recibe más visitas de gente de fuera que de Campanario.

Hasta pasados los Reyes se puede visitar su esplendoroso portal, en horario de 12.00 a 14.00 y de 16.30 a 18.30 horas. Se pueden concertar citas en el teléfono 924 83 10 67.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy El belén de Maruja no falta a su cita por Navidad

El belén de Maruja no falta a su cita por Navidad