El Padre Sebastián García: Hijo Predilecto de Campanario y Bibliófilo de Oro

Su extensa obra bibliográfica no puede oscurecer para nada su auténtico espíritu de hijo de San Francisco: con la misma actitud recibió a príncipes, reyes o peregrinos y cuando todo estaba preparado para solicitar y ser admitido en la Real Academia de Extremadura, el franciscano venció al erudito, su respuesta fue tajante: De verdad creéis que me voy a echar flores para ser académico. No hubo lugar para volver a hablar del tema

El padre Sebastián García Rodríguez, fraile franciscano, nació en Campanario el 6 de junio de 1927 en el seno de una familia de labradores. Era el tercero de los siete hermanos nacidos del matrimonio de Lorenzo García Arcos y María Rodríguez Cascos.

Sus primeras letras las aprendió con don Paco Gómez en las escuelas de El Pósito de Campanario. El título de bachiller lo obtuvo en el Seminario Franciscano de la Provincia Bética de Fuente del Maestre. En este seminario comenzó a forjarse el fraile que conocemos, aunque su inclinación a la vida religiosa la mostró desde muy niño.

En 1953, se ordenó como sacerdote en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, a la que ha estado siempre vinculado aunque sin estar en ella de continuo. Marchó a Roma donde amplió sus estudios doctorándose en derecho canónico en la Universidad de la Orden Franciscana. Su tesis fue calificada Sobresaliente cum laude. La tesis está escrita íntegramente en latín.

Hasta que su salud y estado físico se lo han permitido, la vida del padre Sebastián García ha estado repleta de importantes oficios dentro de la Orden, desde el capítulo de los frailes menores por su gran responsabilidad, su vitalidad, su entusiasmo y su buen hacer. Estas aptitudes le llevaron a desempeñar cargos de gran calado como: Guardián del Convento de San José, del Puerto de la Luz en Gran Canarias, del Convento de San Antonio de Padua en Cáceres y en su homónimo de Sevilla, Vicario y Secretario de la Provincia Bética Franciscana, Rector del Colegio San Antonio de Padua en Cáceres, Director de la Revista Guadalupe, de La Voz de San Antonio y de la Revista Bética Franciscana.

Como escritor, historiador e investigador, se centra principalmente en los estudios de índole franciscana y de carácter extremeño, especialmente con referencia a Guadalupe. Sobre estos temas tiene publicados varios libros y son numerosas las comunicaciones y ponencias expuestas en Guadalupe, La Rábida, El Escorial, Roma y México. Las actas de estos encuentros, que en más de una ocasión tuvo la responsabilidad de dirigir, son ahora fuentes de sabiduría para la historia franciscana y guadalupense, en esta faceta se hallan: Fenómeno guadalupense, como expresión de religiosidad popular, (1997) y La enseñanza en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe: Colegio de Estudiantes, Segundo Seminario de Niños y Estudios Superiores Eclesiásticos, (1999-2000).

El mensaje de San Francisco y la devoción por la Virgen de Guadalupe han sido siempre un referente en el franciscano de Campanario, más conocido entre los devotos e investigadores como el Archivero y Bibliotecario de Guadalupe, no en vano estuvo desde 1983, de forma ininterrumpida, desempeñando con gran provecho esta labor. ¡Cuánto agradecíamos la ayuda que nos prestaba los que acudíamos al tesoro documental del Monasterio! Sus obras delatan el fervor por la Morenita de las Villuercas, Reina de las Españas, como tanto le gustaba nombrar a la Patrona de Extremadura. Como igualmente la pasión y entusiasmo por el conjunto del arte monacal que ponía de manifiesto cuando guiaba alguna visita especial, entusiasmo que, para mí, se vio incrementado a partir de ser nombrado el monasterio Patrimonio de la Humanidad.

En la Comunidad Franciscana del Convento de Santa María de la Rábida edita La Rábida, pórtico del Nuevo Mundo del que se hicieron tres ediciones. Guadalupe. Cita de fe y de arte. Barcelona: Primera Edición 1973. En esta guía, fray Sebastián, busca la difusión y el acercamiento de nuestro gran monasterio extremeño al gran público.

Guadalupe de Extremadura en América. Madrid, 1990. Considerada la obra más importante del padre Sebastián relacionada con la expansión devocional guadalupense por América. Invita al lector a un largo viaje en el espacio y en el tiempo, siguiendo la senda marcada por el culto a Santa María de Guadalupe, desde la visita de Cristóbal Colón al monasterio de las Villuercas y las primeras incursiones americanas, hasta la proclamación de la Virgen de Guadalupe como Patrona de Guadalupe y Reina de las Españas. Un amplio periodo en el que el nombre de Guadalupe traspasa fronteras gracias a esos valerosos extremeños que se embarcan hacia tierras desconocidas con el único equipaje de su fe.

El Camarín de Guadalupe: Historia y esplendor. Ediciones Guadalupe. Arganda del Rey, 1996. (En colaboración con Francisco Tejada Vizuete). El mejor estudio histórico-artístico que se haya hecho nunca de una de las dependencias más ricas y suntuosas de todo el Monasterio de Guadalupe. Los Miniados de Guadalupe: Catálogo y Museo. Sevilla 1998. En esta obra, fray Sebastián aborda el tema de los grandes cantorales monacales guadalupenses que tanto asombraron en su día a ilustres viajeros.

Ordenanzas y Costumbres de los Reales Hospitales de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe. 1741. Arganda del Rey, 1999. (Edición facsimilar del códice original). Libro rescatado de los que salieron del archivo monacal tras la exclaustración jerónima de 1835. Este manuscrito fue devuelto por un vecino de la puebla 1998. El estudio preliminar y la edición, corrieron a cargo del P. Sebastián.

El Coro de Guadalupe: Historia y Arte. Sevilla 2002. En este libro nos explica el proceso constructivo y la simbología del presente coro, remitiéndose a la historiografía del lugar para sentar las bases artísticas de tan destacada estancia, tras un análisis detallado de la actual sillería, obra de Alejandro Carnicero y Manuel de Lara Churriguera.

Además ha coordinado sesenta y ocho obras, ha escrito cientos de artículos de investigación y varias composiciones poéticas.

Por su ingente obra fue reconocido con numerosos galardones y por sus actitudes de benevolencia, sencillez, humildad y generosidad querido y admirado en numerosas asociaciones, citamos algunas: Diploma de la Consejería de Cultura por su labor por la cultura de Extremadura y dedicación al libro (1994); en las I Jornadas Bibliográficas Bartolomé José Gallardo (1995), en Campanario, la UBex le nombró Bibliófilo de Oro; en 1998, Extremeños de HOY por la dirección del periódico. En 1998 representó al ayuntamiento de Campanario como presidente del jurado de la primera convocatoria del premio Bartolomé José Gallardo. Socio de honor del Fondo Cultural Valeria de Campanario, Amigos de la Cultura Extremeña de Don Benito, de la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe

Desde el sábado 27 de junio, sus restos mortales reposan en el cementerio San Fernando de Espartinas (Sevilla), en la calle San Francisco de Asís, donde la Orden tiene reservado un espacio. Allí le dimos el último adiós terrenal unos cuantos hermanos franciscanos y un puñado de amigos campanarienses y compañeros y amigos de Guadalupe. Sin lugar a dudas, siempre lo fue, un referente principalísimo de la cultura extremeña y española. Ahora, si cabe, mucho más, para honra y gloria de Extremadura, de España y particularmente y para siempre de Campanario, su querido pueblo.