Los niños campanarienses son un ejemplo de que disfrutar del verano no está reñido con las normas sanitarias

El verano invita a la diversión, al juego y a pesar tiempo con los amigos. Sin embargo, la pandemia ha trastocado todos los planes y hay que adaptarse a las nuevas exigencias sanitarias. Pero eso no impide que los niños campanarienses puedan estar disfrutan de su habitual campamento de verano deportivo y cultural, aunque sea con un número menor de participantes.

Tandas semanales de 20 menores de entre 6 y 12 años practican actividades deportivas y hacen juegos populares en el pabellón, y talleres, manualidades e incluso sesiones de cine con palomitas en el colegio. Pero además, pueden practicar pesca, algo de senderismo y hasta ciclismo. Todo para que ellos puedan divertirse y estar con otros niños, a la vez que supone un respiro familiar.

A Catalina le encanta jugar con las pelotas grandes, mientras que Blanca se levanta con ganas para ir al campamento porque dibujar es su fuerte y le gusta compartirlo con nuevos compañeros.

Por otro lado, Julio asegura marcar muchos goles jugando al fútbol, al igual que Jorge, que tras darle al balón le encanta pintar con acuarelas.

Todos tienen una preferencia pero, en general, compartir momentos con los amigos de siempre y conocer a otros nuevos es lo mejor del campamento.

Eso sí, lo de llevar mascarillas al salir unos lo llevan mejor que otros, pero todos coinciden en que «es necesario para acabar con el bicho».