Medidas de seguridad en una de las terrazas de Campanario. HOY

Los hosteleros de Campanario creen que las nuevas medidas limitarán la afluencia de clientes

NUEVAS MEDIDAS ·

Cerrar a la una de la madrugada, limitar la ocupación de mesas a diez clientes o prohibir fumar son algunas de las medidas a cumplir.

Miércoles, 19 de agosto 2020, 20:10

«Fue el 12 de mayo cuando por fin pude abrir mi bar y espero no tener que volver a cerrar». Así se expresa Gaspar Trenado, del bar La Estrella de Campanario, tras conocer las nuevas medidas anticovid impuestas a nivel nacional, varias de ellas aplicables directamente al sector de la hostelería. Una fecha que no se le olvida, después de tener cerrado su local durante dos meses.

Una situación que se hace extensiva a todos los bares, cafeterías y restaurantes de la localidad, que desde este martes 18 de agosto deben acatar las normativas para seguir trabajando. «Ya el fin de semana estuve en contacto con la Policía Local para ver qué tenía que cumplir o no, porque habrá que seguir las normas, no nos queda otra», cuenta Gaspar.

Aún así, dice no quejarse de las nuevas directrices «sí de que creo que no es la solución que cerremos a la 1 de la madrugada o de que las mesas no sean de más de 10 personas», asegura.

Él, como otros compañeros de la hostelería, dice estar cumpliendo «a rajatabla» con las normas de seguridad e higiene «desde el minuto 1, pero cuando uno hace las cosas bien y se imponen normas que te perjudican, uno se siente impotente».

De hecho, este joven empresario de 24 años explica que impuso en su terraza una forma de saber cuándo las mesas estaban o no desinfectadas. «Lo vi por ahí y me pareció una buena idea. Es que los clientes, antes de marcharse dejen la silla apoyada en la mesa para que otro cliente sepa que aún está por desinfectar y espera a que sea hecho por el camarero», cuenta.

Clientes en una terraza de Campanario. HOY

Una de las medidas afecta a la hora de cierre de la hostelería, que será como máximo a la 1 de la madrugada, y no se podrán ocupar nuevas mesas desde las doce. Una medida que va a perjudicar a aquellos locales cuya actividad es más de noche «y a los que les va a partir, e incluso no harán caja para pagar los gastos».

Publicidad

LIBRE DE HUMOS

En cuanto a la prohibición de fumar en la terraza si no se garantiza una distancia de dos metros, el dueño de La Estrella cree que mermará la clientela, «puesto que yo mismo no saldría si no me dejan fumar mientras tomo algo y me lo tomo en mi patio». Una clientela que que ya de por sí ha descendido en las últimas semanas con los últimos rebrotes y el caso detectado en el pueblo, asegura Gaspar. «Desde finales de mayo y hasta el mes de julio la gente tenía necesidad de salir, pero otra vez se ha frenado, y más lo hará ahora».

En similares términos se expresa Juan del bar Kompás, ya que la situación «ya estaba fatal y con las nuevas medidas el doble». Este hostelero afirma tener una facturación un 40% menor que otros veranos, «sin contar con que este año no hemos tenido Feria de Abril y Feria de Agosto que son momentos clave», cuenta.

Publicidad

En este establecimiento la tarde y noche son los momentos más fuertes, por lo que ahora no le quedará otra que reinventarse «y tendremos que impulsar las cañas largas». Aunque con las restricciones de fumar en la vía pública cree que perderá clientes, seguirá luchando «hasta que se pueda», confiesa.

Juan cuenta con una terraza espaciosa, aunque con la limitación de aforo es más pequeña que otros veranos. Lo que tiene claro es que no podrá invertir en adecuar el local «porque ahora se avecina el invierno», recuerda. Y es que el mes de agosto se está salvando con la gente que viene de fuera «pero me da miedo pensar qué nos espera cuando pase el verano».

Publicidad

OCIO NOCTURNO

Otra de las normativas anticovid atañe directamente al ocio nocturno, con el cierre de discotecas y pubs. Una medida a la que se ha adelantado hace unas semanas Disco Quattro, ubicada en el polígono industrial de Campanario. Su dueño abrió las instalaciones solo unos días este verano, pero ya el fin de semana pasado decidió no abrir. «Es muy difícil mantener las exigencias que ya de por si pedían y no era rentable», comenta. Y eso que han tratado de mantener el local abierto para alquiler para celebraciones para obtener algunos beneficios, «pero no ha sido posible seguir con ello, y como quienes lo llevamos no solo nos dedicamos a esto, hemos optado por cerrar», confiesa. Ahora se alegra de no haber invertido en modificar el local para adaptarlo a las medidas exigidas en la nueva normalidad «porque lo habríamos perdido como le habrá pasado a más de uno», concluye.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido

Publicidad