María Isabel con niños de un asilo de Nairobi (Kenia) donde hace labores de voluntariado.

"El pueblo está muy bien, pero buscarte la vida fuera de tu zona de confort te hace crecer"

La campanariense María Isabel Carmona Díaz trabaja como enfermera, desde hace tres años, en Inglaterra, pero también desarrolla labores de voluntariado en países en vías de desarrollo, como Kenia

Fran Horrillo

Viernes, 27 de julio 2018, 08:35

La campanariense María Isabel Carmona Díaz trabaja como enfermera, desde hace tres años, en Inglaterra.

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Se crió en La Laguna aunque, como reconoce, nunca le quedó muy claro si su calle pertenecía a La Laguna o El Barrio. Eso sí, creció jugando en 'El toril'. Cuando de pequeña le preguntaban "¿Y tú, de quién eres?", ella siempre contestaba: "Yo soy nieta de Antonio 'el Medior'". Y es que, como admite, su abuelo "ha sido mi mayor referente siempre y, que a día de hoy, mis amigos se refieran a mí como 'la Mediora' me llena de mucho orgullo, aunque también tenemos en la familia Monacillas y Molinas".

Ahora se gana la vida en tierras británicas y, además, no duda en ayudar a los más necesitados a través del voluntariado internacional en países del Tercer Mundo.

--¿Cuándo y qué le llevó a marcharse de Campanario?

--En cuanto acabé la carrera me puse a estudiar alemán para irme a Alemania, pero aquello no lo vi muy claro así que volví a casa. Me estuve formando haciendo cursos y en cuanto pude me fui a Inglaterra. En Campanario he vivido hasta los 24 años, puesto que estudié la carrera en Mérida, y un año en Cáceres, y venía al pueblo todos los fines de semana.

--¿Dónde vive en la actualidad?

--Vivo en Bristol, una ciudad preciosa de Inglaterra y desde que llegué aquí en 2015 he trabajado de enfermera en la planta de politraumatizados y ortopedia de Southmead Hospital, uno de los más grandes e innovadores del suroeste británico.

--Creo que durante este tiempo ha vuelto a Campanario con asiduidad ¿no?

--Al principio contaba los día para volver a casa. Cada mes o cada cuarenta días, como mucho, volvía a casa por dos semanas. En el último año y medio he viajado más a otros países, así que he ido menos. Cada dos meses algunas veces.

--Cuando vuelve a Campanario supongo que es para estar con los suyos y para hacer cosas que allí no puede hacer. ¿Cuáles por ejemplo?

--Cuando vuelvo a casa mi prioridad es mi familia. Hasta que no te vas, no valoras de verdad lo importante que es la familia y lo que les echas de menos. Intento pasar todo el tiempo que puedo con ellos, con mi abuela sobre todo. Y por supuesto... ¡¡con mis perros!! Todo el que me conoce sabe que mis perros son de lo más importante que tengo y cuando vuelvo a casa ellos ocupan gran parte de mi tiempo.

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--¿Es muy diferente la cultura de aquel país a la española y a la campanariense? ¿En dónde ve más diferencias?

--Hay bastantes diferencias. A algunas te acostumbras y a otras intentas buscarles la forma de 'españolizarlas'. Tengo la suerte de tener conmigo a otra campanariense, María 'de Tarro' para no perder la esencia del pueblo. Así que lo mismo nos ves desayunando un 'porridge' o bebiéndonos unas 'pint of cider' en el Inn On The Green, pero siempre con nuestras 'reviejuras' del pueblo. Nos encanta decir refranes y yo creo que no queda nadie en Inglaterra que no se haya enterado de que somos de Campanario y lo rico que está el queso de nuestro pueblo.

--¿Se nota ya el efecto del Brexit? ¿será positivo o negativo para los españoles que viven y trabajan allí?

--Hasta el momento no hemos notado nada. Dicen que cuando el Brexit sea un hecho dejaremos de puntuar para la bolsa española, pero hasta marzo de 2019 no hay problema. En Inglaterra nos necesitan, pues no tienen enfermeras suficientes, así que les conviene facilitarnos el proceso para que nos afecte lo menos posible. Yo siempre recomiendo a la gente joven que salgan, que no tengan miedo, el pueblo está muy bien, pero buscarte la vida fuera de tu zona de confort te hace crecer como persona y ver las cosas diferentes.

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--Durante este tiempo creo que ha desarrollado algún proyecto de voluntariado en países de desarrollo ¿no es así?

--Sí. El tema del voluntariado siempre lo he tenido en mente. Convencí a dos amigas del trabajo y nos fuimos a Kenia. Gracias a la labor incansable de mi madre y de la generosidad de mucha gente, recaudamos una suma importante de dinero que invertimos en material médico y abastecimiento para los niños del orfanato. En principio íbamos con el voluntariado médico, ayudando al hospital y visitando pequeñas clínicas de los suburbios de Nairobi, pero nos llevaron a ver el orfanato y fue tal el impacto que nos dio ver a esos niños, en las condiciones que viven, sesenta niños cuidados por cuatro o cinco mujeres y sin apenas medios, que decidimos emplear nuestro tiempo libre allí. Así que por la mañana nos íbamos al hospital hasta las 3 o 4 de la tarde y después hasta que se hacía de noche nos quedábamos en el orfanato jugando con los niños, ayudándoles con los deberes, enseñándoles rutinas de higiene o estimulando a los bebés, ya que por la falta de cuidadores, los bebés permanecían 24 horas en los camastros sin salir a la luz del sol.

--¿Le gustaría repetir experiencia? ¿Tiene algo en mente a nivel de voluntariado?

--Me encantaría volver allí. Suena típico, pero cuando vuelves no eres la misma persona, muchos de los problemas que antes parecían un mundo ya no existen después de ver como personas que no tienen una centésima parte de lo que tienes tú son tan felices y disfrutan tanto de la vida. Tuvimos la oportunidad de viajar por Kenia y es un país mágico, la gente allí es muy cercana y amable. La segunda pregunta no va a ser fácil para mis padres, aunque ellos siempre me apoyan en todo. Sé que les gustaría que volviese al pueblo, o a España al menos, pero aún tengo muchos planes en mente antes de plantearme eso. Quiero hacer un proyecto largo como voluntariado. Mi sueño sería trabajar con Médicos sin Fronteras pero no es fácil acceder, así que actualmente estoy intentando enfocar mi carrera profesional en Inglaterra hacia pasos que me faciliten alcanzar esa meta.

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--¿Qué es lo que más echas de menos de Campanario en el extranjero?

--La comida de mi madre, los garbanzos que hace mi abuela, cosas tan sencillas como cenar con mis padres... Y a mis amigos, que en los últimos años es casi imposible juntarnos todos al completo.

--¿Tiene presencia Campanario en algún rincón de tu casa en Inglaterra?

--Tengo un poster gigante de una fotografía que tomé al paisaje en 'El Hornillo' en la cabecera de mi habitación, así que al entrar, lo primero que veo son encinas entre trigales.

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Y luego, bueno, no es extraño abrir el frigorífico y encontrarte tarrinas de queso de nuestro pueblo, envasados al vacío de embutidos, etcétera

--¿Qué es lo que más le gusta de su pueblo?

--Sus gentes, sus fiestas, sus tradiciones... La tranquilidad. Me encanta salir a pasear con mis perros por el campo, es algo que echo mucho de menos. Y bueno, ¡¡la romería!! Este año me la he perdido por primera vez en mi vida y no podía ni ver una fotografía de ese día.

Aquí echo mucho de menos el ir por la calle y no saludar a la gente, o el poder ir andando a casi todos lados.

--¿Algún rincón preferido de Campanario?

--Yo creo que la Laguna, por la de tiempo que hemos pasado jugando allí de pequeños.

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--¿Orgullosa de ser campanariense?

--La duda ofende. Como he dicho antes, quedan ya pocos ingleses que no sepan dónde está Campanario en el mapa, o que no estén invitdos a la romería o a la feria, jejeje.

Me encanta mi pueblo.

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