«Esperamos que esta Semana Santa compense lo que perdimos en la de 2020»
TEMPORADA ALTA ·
Muchos ganaderos tienen puestas sus esparanzas en las ventas de corderos que echan al matadero este mes.A sus 55 años, Alonso Bolaños, más conocido como 'Mandanga' no concibe otra vida que no sea rodeada de sus ovejas desde que tenía 13 años. Así lo pensaron también su padre y su abuelo, y así lo piensan sus dos hijos, Juanky y Diego. Este campanariense no cambia de opinión ni siquiera ahora que están en plena paridera, que es cuando más trabajo da el ganado, asegura.
-¿Cómo va la paridera de marzo?
-Esta es la segunda del año, porque tenemos otra en enero, en mayo y en septiembre. Son más de 300 ovejas las que tenemos en esta finca, porque esta es de las más pequeñas del año, así es que imagina el trabajo que tenemos ahora. Y además que nos toca mientras hacer la carga del ganado para matadero. Esta semana echamos más de 200 corderos, que son lo que van para la campaña de Semana Santa. Son los que nacieron en enero, que fueron más de 800 ovejas en una finca y cerca de 400 en otra. Se los lleva tanto Covap en Alcaracejos en Córdoba como Fovexsat en Villanueva de la Serena.
-¿Cómo se presenta Semana Santa?
-Creemos que al final no irá mal. La semana pasada se pagaban los corderos de 23 kilos a 72 euros y esta semana han subido a 75 euros. Va variando cada semana, pero por ahora no estamos muy desconformes en comparación con el año pasado. Como estábamos confinados y todo cerrado, los precios cayeron a 50 euros los corderos incluso de más peso. Incluso en algunos sitios ni siquiera recogían los animales y se quedaban en los cebaderos. Fue una Semana Santa desastrosa. Sí que hay que reconocer que tras el atranque de la primavera pasada por el coronavirus, más adelante se recuperaron los precios y se echaron algunos corderos a 78 euros. Esperamos que esta Semana Santa compense parte de lo que perdimos la pasada y la Navidad.
-¿Imaginó alguna vez que el consumo de cordero pudiera descender tanto?
-Es algo inaudito. Pero claro, si los restaurantes estaban cerrados la gente no lo consumía fuera. Y sin celebraciones pues tampoco había mercado. Y con lo que la gente compraba para casa no había forma de dar salida al producto, eso lo entendemos. Pero nosotros sufrimos las pérdidas que por muchas ayudas que haya no son suficientes.
-¿La primavera será favorable para los pastos?
-Yo creo que vamos a tener una primavera bonita porque ha llovido, aunque no lo suficiente para los pantanos. Sin embargo, para nosotros, como lo ha hecho despacito ha venido bien y está todo verde. De hecho, desde noviembre o diciembre están pastando, con el ahorro en pienso que eso supone. Solo estamos echando de comer a las preñadas o las que están criando.
-¿Cómo abarca todo el trabajo?
-Llevamos ovejas en tres fincas, en Paredejas, La Delfilla y otra en la carretera de Campanario a Orellana que se llama La Portugalesa. Pero no lo hago solo, porque mis dos hijos también son ganaderos y pastores. Tienen 25 y 21 años y lo llevamos entre los tres.
-¿Le sorprende que hayan elegido este oficio?
-Yo estoy orgulloso de que mis hijos sigan con el ganado porque qué sería de mis ovejas cuándo yo me jubilara, se perderían todas. Reconozco que es un trabajo muy esclavo, porque no hay fines de semana y son todos los días son iguales, pero si te gusta eres feliz. Y creo que ellos lo son porque han elegido este oficio y no otro. Mis padres querían que buscara otro trabajo, pero es no me gustaban los libros y me aficioné al ganado. Y no me arrepiento porque aquí he aprendido mucho y tengo la mejor compañía. Así es que yo no les he querido quitar la idea de continuar con las ovejas.
-¿Le ve futuro al pastoreo?
-Yo creo que es un oficio que a la larga tiene futuro porque va quedando muy poca gente joven, por eso el que quede va a poder vivir bien de esto. Además, yo animo a la gente joven a seguir con el oficio porque es muy bonito. También hoy ya hay muchos adelantos para que el trabajo sea menos sacrificado e incluso organizándose bien se puede librar algún día. Es lo que hacen mis hijos que libran los domingos cuando no hay mucha faena, aunque yo soy servicio 24 horas y casi no libro. Además, sé que yo si ellos continúan con el ganado yo prácticamente no me voy a jubilar nunca porque estaré al amparo de ellos. Y que si me quitan el venir al campo con mis ovejas me lo quitan todo.
-¿Si pudiera librar lo haría?
-Reconozco que los 365 años vengo a ver el ganado. Este es el mejor trabajo del mundo y encima aquí no llega el virus. Este oficio no lo cambio ni por estar sentado en la mejor oficina del mundo, porque aquí soy feliz. Yo sé que he nacido en el campo y moriré en el campo.
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