
El campanariense Raimundo López, Premio Nacional Medicina y Cirugía Estética Siglo XXI
GENTE CERCANA ·
El especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora afirma que «algunos pacientes nos dicen que les hemos cambiado la vida»GENTE CERCANA ·
El especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora afirma que «algunos pacientes nos dicen que les hemos cambiado la vida»El campanariense Raimundo López, Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, ha sido galardonado a sus 39 años en la I Gala de Premios Nacionales Medicina y Cirugía Estética Siglo XXI, concretamente en la categoría de Extremadura, organizada el pasado 17 de mayo por 'El Suplemento', una entidad cuya filosofía radica en acercar a los ciudadanos al buen hacer de las empresas y profesionales de los más variados sectores.
-¿Qué supone para usted haber sido elegido para recibir este premio en nombre de Extremadura?
Es un honor haber sido elegido en esta gala, en un Premio a nivel nacional, organizado por primera vez por esta Organización privada que reconoce los logros profesionales. Valoran parámetros como la experiencia profesional, la formación, los logros conseguidos en la trayectoria,… todo en conjunto. Recuerdo que me dieron la posibilidad de optar al premio, algo que, por supuesto, acepté y, pasadas unas semanas, me comunicaron que era el ganador, por lo que tenía que asistir a la gala que tendría lugar en el hotel Palace de Madrid.
-Una trayectoria profesional relativamente corta para haber obtenido ya estos logros.
Llevo 10 años trabajando. Terminé la carrera en 2007 en Salamanca, y la especialidad en 2013 en el Hospital Universitario de Cáceres. Tras ello volví de nuevo a Salamanca, donde comencé mi trayectoria profesional en el Hospital Universitario, en el que estuve cuatro años, de los que dos fui de Jefe de Servicio de Cirugía Plástica. Ya en 2017 me surgió la posibilidad de volver a Cáceres a trabajar y no lo dudé, y desde entonces.
-¿Por qué decidió especializarse en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora?
Es una especialidad aún un poco desconocida. Enseguida se piensa en Cirugía Estética, pero es un campo muy amplio. La Cirugía Plástica incluye la reconstrucción de todo tipo de defectos, de mama, de manos, de traumatismos, quemaduras,… Es decir, cuando hay pérdida de sustancias, cuando falta tejido o función en alguna parte del cuerpo, intervenimos nosotros.
La Cirugía Estética lo que trata es de mejorar una situación, la persona está bien, pero quiere mejorar, mientras que en la Cirugía Plástica, esa situación o no está o está en una forma muy precaria. Es una forma de ayudar a las personas a sentirse mejor consigo mismas, influye en la autoestima, en la seguridad y confianza en uno mismo. Algunos pacientes nos dicen que les hemos cambiado la vida.
-¿Cuál es la operación más común que realiza en su día a día?
Cirugías de mamas, tanto de aumento como de reducción. La estética mamaria se cuida mucho en nuestra comunidad, y también la liposucción. Aunque los hombres también cuidan mucho las mamas, en su caso se llama ginecomastia, son las mamas con aspecto femenino en hombres, y también se pueden solucionar con cirugía. Aunque las operaciones más comunes en los hombres son párpados y orejas.
Las redes sociales han tenido su papel importante en esto, mediatizando el cuidado de la imagen corporal, los selfies, los filtros,…
-Hablando de filtros, ¿alguna persona le ha dicho alguna vez que desea verse del mismo modo en que se ve con un filtro en concreto?
Más que con filtros, vienen con una foto de un personaje público. Lógicamente hay que ser claros, rebajar las expectativas, ser realistas, aunque otras veces sucede lo contrario e incluso podemos aumentarles las expectativas que traen. Por ejemplo, al hablar de mamas, cada persona tiene unas mamas diferentes, y hay que ser claros con ese ideal de belleza, porque si no, una vez lo operas vienen los problemas. Al final hay que llegar a una realidad en la que a veces las redes sociales o los medios de comunicación han puesto un listón muy alto. Nosotros llegamos donde llegamos muchas veces, pero siempre tenemos margen de mejora, siempre.
-¿Puede que las cirugías más complejas sean las que se realizan en el rostro?
Los párpados no son sólo los párpados, la nariz no es sólo la nariz, también es importante el soporte estructural, lo que tenemos debajo, y eso no se puede cambiar. Porque luego la cirugía que cambia mucho los rasgos externos impacta de forma negativa, uno no se reconoce, aunque haya quedado bien, nunca se va a aceptar. Por eso siempre son mejores los resultados sutiles, realistas, el llegar a un acuerdo con el paciente antes de llegar al quirófano.
También es cierto que la foto que traen ayuda a darnos una idea de lo que quiere el paciente, aunque luego se le aclare sobre el resultado real, pero nos hacemos una idea de dónde quiere llegar, de la línea a seguir, dónde incidir para producir cambios. Porque yo tengo claro en qué consiste, por ejemplo, una rinoplastia, pero puede que el paciente quiera modificar algunos aspectos para tener una imagen concreta de esa rinoplastia. Cuantos más datos nos aporten sobre lo que quieren, mejor.
-¿Cuál es la cirugía más compleja a la que se ha enfrentado en reconstrucciones?
Las más complejas son las reconstrucciones microquirúrgicas, son muy largas, e incluso pueden llevar un día entero en quirófano. Por ejemplo, tras un cáncer queda una mama amputada, para reconstruirla podemos recoger tejido del abdomen, de las nalgas, de los muslos, y se conforma con forma de mama. Se aísla una arteria y una vena, que son muy finas, de dos o tres milímetros, y lo llevamos a la mama de la paciente. Ahí levantamos un arco costal, donde hay una arteria y una vena que nosotros enganchamos con un microscopio, y al final ese tejido que hemos llevado a la mama desde otra parte del cuerpo, vive en la mama, tiene forma de mama, a través de esa reconstrucción.
Más complejas aún son las referentes a amputaciones de dedos. El llevar un dedo del pie a la mano, con su arteria, su vena y su nervio, reconstruyéndolo.
Hay reconstrucciones de cualquier tipo de defecto, como del pabellón auricular, mediante las costillas. Es decir, cogemos costillas, las tallamos, hacemos una forma cartilaginosa de pabellón auricular que ponemos en la oreja, y lo vamos refinando, con todos los pliegues, todas las concavidades. Son cirugías que requieren muchos recursos humanos, materiales, infraestructuras,… Un equipo multidisciplinario. En cirugía plástica no hay cirugías sencillas.
-También comenta que son cirugías complicadas las que hay que aplicar sobre otras operaciones anteriores, por ejemplo, cirugías realizadas por otras personas en las que el paciente no ha quedado satisfecho.
Podemos encontrarnos cirugías realizadas en otros centros, con un resultado insatisfactorio para el paciente, con mucha cicatriz,… que realmente son muy muy difíciles de solucionar. O abdómenes con secuelas cicatriciales, pérdida de sustancia porque se ha muerto una parte del tejido y hay que restaurarlo,… En esos casos hay que deconstruirlo, con 'd', como un edificio antiguo que hay que vaciar para poder demoler y volver a construirlo, es más difícil que construir uno desde cero. Es estas cirugías secundarias hay que deshacer la cirugía que ya estaba hecha para volver a hacer otra cirugía, contando con cicatrices, o con dolores que ya traen por algún pinzamiento de un nervio sensitivo, limitación funcional o de movimiento,…
-¿Cree que se invierte lo suficiente en Cirugía Plástica, o es una especialidad que quizás no recibe la importancia o el reconocimiento que merece?
Yo creo que las inversiones son necesarias en todas las especialidades de la Sanidad. Tenemos profesionales que quieren desempeñar su trabajo lo mejor posible y eso requiere dinero, como cualquier trabajo. Pero en nuestra especialidad, concretamente, creo que con los recursos que tenemos hoy en día podemos hacer muchas cosas. Otro punto diferente es la organización o la gestión de esos recursos, nuestro problema no viene por la inversión del gobierno. De hecho, nos sentimos muy valorados, pero sí que nuestra lucha viene por el intrusismo laboral.
-¿Cómo les afecta el intrusismo laboral en su trabajo?
Muchos profesionales intentan hacer nuestro trabajo, una batalla que hay en todas las profesiones, y eso nos afecta a los demás profesionales del sector, quita calidad a nuestro trabajo. Hay programas o documentales de televisión en los que aparecen desastres y muchos de los responsables no son cirujanos plásticos, no son cirujanos estéticos, se venden como tal, pero su título realmente es otro y no tienen la formación requerida.
¿Qué pasa? Que cuando algo sale mal los principales afectados somos los profesionales del sector, porque nos engloban a todos, ya no hablamos del profesional en concreto, si es médico o no, se habla de la cirugía estética en general. Y muchas veces los pacientes vienen a la consulta con miedo. Hace poco, desgraciadamente falleció una chica en una liposucción en Murcia, y la persona que la operó no era cirujano plástico.
Por supuesto que, como todas las cirugías, la Plástica tiene sus riesgos, pero cuando la hace un profesional, cuando se hace en condiciones, los riesgos son más limitados, más controlados.
-Una seguridad que Raimundo López siente con el equipo de personas con las que trabaja a diario, tanto en Don Benito en el Hospital Parque Vegas Altas, como en Cáceres en la Clínica Plaza Noruega y en el Hospital Parque San Francisco. Por ello dedica el premio a todos los equipos médicos y profesionales sanitarios que trabajan con él en estas clínicas, «porque los logros son de todos».
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