Fidel F. Caballero, entrenador del C.F. Campanario. HOY
«Nunca debimos bajar de Tercera y lucharé para ocupar de nuevo el sitio»
CAMPEONES ·
Fidel F. Caballero saborea el campeonato del Campa en su primera temporada como entrenador. Y, aunque tiene los pies en el suelo, su sueño sigue siendo llevar al Campa a lo más alto.
Fidel F. Caballero saborea el campeonato del Campa en su primera temporada como entrenador. Y, aunque tiene los pies en el suelo, su sueño sigue siendo llevar al Campa a lo más alto
-¿Cómo valora ser campeones de liga?
-Estoy muy contento, es una alegría enorme. Y sobre todo pensando en que este año fue todo un poco precipitado, porque todo el mundo esperaba que iba a renovar Martagón, y al no continuar yo fui la primera opción de la directiva. Para mí la situación era difícil, porque iba a ser padre y le había dicho al entrenador que podía disponer de mí para lo que necesitara en diciembre o enero. Pero cuando me dijo el Campanario que habían pensado en mí como la solución al problema, me vi un poco, no contra la espada y la pared, porque yo por el Campa voy a dar todo y estaré siempre para lo que necesite, pero sí como un poco comprometido. Y yo cuando me comprometo voy con todas las de la ley. Acepté el reto y mejor imposible.
-¿Imaginó entonces llegar a ser campeones?
-Cuando la directiva me dio la confianza me dijo que sería un año de trámite, para que me hiciese a la categoría, para coger experiencia y que el objetivo era solo salvar la categoría. Yo lo agradecí, pero les dije que soy muy competitivo y mi objetivo iba a ser quedar entre los cuatro primeros para tener opción a ascenso. Eso ya lo conseguimos hace dos semanas. Y luego, cuando ha ido transcurriendo la temporada, he visto que el año se ha puesto bien para ser campeones de liga y hemos luchado por ello. Ahora, si Dios quiere, el siguiente objetivo es el de subir a Tercera División. Esa sería la guinda al pastel, lo máximo.
-¿Hay opciones a volver a estar arriba?
-Mi sueño es llevar al Campa de nuevo a la Tercera, que es donde merece estar y de donde nunca deberíamos haber bajado, y lucharé para ocupar de nuevo nuestro sitio. Desde que tomé las riendas los chavales saben que soy un ganador nato y se lo he transmitido a ellos, aunque luego se puedan poner las cosas mal, como pasó con el Mérida, que es el único partido perdido en campo. Pero eso son cosas del fútbol. El otro que contabiliza como perdido fue en el que hubo equivocaciones contra Monterrubio, por no saber que el portero estaba sancionado. Fue un golpe duro, porque a mí me gusta tenerlo todo controlado, y me molestó bastante. Pero hemos sabido reponernos bastante bien.
-¿Es consciente de que sacáis varios puntos a los primeros de otros grupos?
-No estoy pendiente de los otros grupos, primero por respeto a los rivales que tenemos y que cada partido es durísimo para todos. Solo estoy centrado en mi grupo y en que los chavales estén con la misma intensidad que cualquier otro partido, de cara a los tres que nos quedan. Ellos deben hacerlo, porque cuando llegue la fase de ascenso solo pueden jugar 11 y solo pueden entrar en convocatoria 20, y yo tengo 25 jugadores. El que baje ahora el nivel porque se relaje, me lo va a poner fácil para decidir a quién eliminar. Y eso ellos lo saben porque yo soy muy sincero.
-¿La afición es parte del éxito?
-Tengo que reconocer que han estado siempre conmigo, tanto como jugador y ahora como entrenador. En todos los partidos nos hemos sentido como en casa porque han estado con nosotros y hacen que me sienta como alguien importante. Y también tengo que agradecer mucho a mi niña de seis meses y a mi mujer, porque ella es quien está llevando el timón de criar a nuestra hija y tengo mucho que compensarles.
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