La concetración de caballos fue en el picadero de Arte de Campanario. SOL GÓMEZ
Más de un centenar de jinetes se dieron cita en la ruta caballista de San Valentín
convivencia ·
Además de aficionados campanarienses, la Asociación Arte de Campanario, logró reunir a participantes de Villanueva de la Serena, Orellana la Vieja, La Coronada, Villar de Rena, La Cumbre y otros puntos de la región.
La afición al mundo del caballo es palpable en Campanario y eso hace que sea uno de los lugares de referencia para que los apasionados de los equinos se den cita para disfrutar de jornadas de convivencia y rutas por el campo.
Por eso, la Romería de San Valentín ha hecho que más de un centenar de jinetes con sus caballos hayan participado este sábado de la ruta organizada por la Asociación Arte de Campanario. la salida ha tenido lugar alrededor de las 14.30 horas y han completado los cuatro kilómetros hasta la ermita de San Valentín en algo más de dos horas.
Una de las paradas realizadas antes de llegar a la Romería de San Valentín.
HOY
Han ido acompañados por un grupo de guitarristas para amenizar el camino con pequeñas paradas para ir calentando el estómago. A la llegada a la zona de romería han podido disfrutar de una comida y música en directo, para disfrutar del ambiente de la romería.
Este es el segundo año que se organiza el encuentro, ya que comenzó en 2020 y el pasado año la pandemia impidió su segunda edición. Así lo recuerda el vicepresidente de Arte de Campanario, José Antonio Coronado, quien reconoce que la gente tiene ganas de reencontrarse. De hecho, durante la festividad de la Coronación de la Virgen organizaron una ruta pequeña solo con los socios, pero la de San Valentín se abre a todos los amantes del caballo que se quiera.
Bibiana y Carmen llegaron desde Orellana la Vieja.
SOL GÓMEZ
Y tanto es así que han acudido caballistas de Castuera, La Coronada, Villanueva de la Serena, Don Benito y otros muchos puntos de la comarca, e incluso fuera de ella. Es el caso de Leticia y Fran, que han venido con los caballos desde La Cumbre, «porque estamos en la Casa del Rocío con amigos caballistas de Campanario y Miajadas y nos encanta venir a esta romería que está muy bien organizada». Sin embargo, están pendientes de disfrutar también algún año de la Romería de Piedraescrita.
Otro ejemplo de pasión por los caballos es el de Bibiana y Carmen de Orellana la Vieja y de Julián de Villanueva de la Serena. Acuden todos los años atraídos por el buen ambiente entre amigos de varios pueblos. Ellas dos montan a Naranjito y para sus acompañantes dejan a Rondeño «como las rondeñas que se cantan en Navalvillar de Pela».
Álvaro acudió con su padre a la ruta caballista desde Villar de Rena.
S. GÓMEZ
Y como prueba de que el mundo del caballo no tiene edad, Álvaro Carrasco, ha venido desde Villar de Rena para acompañar a su padre porque desde los cuatro años monta a caballo. Ahora tiene 10 y reconoce que esa pasión la ha heredado de su familia. Comenzó montando en un poni, y espera tener pronto su propio caballo.
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