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Participantes en la celebración del ´Día de la Poesía' en Campanario. A. C.
Campanario: un pueblo para unir a la poesía con la música

Campanario: un pueblo para unir a la poesía con la música

La poesía siempre tendrá llaves que encajen en la cerradura de la música y viceversa

PEDRO MIGUEL PONCE

Martes, 2 de abril 2019, 08:03

No se hablaba de otra cosa. El pueblo era un hervidero comentando un acontecimiento que iba a paralizar la vida local: la unión entre dos señoritas, que hartas de ser la comidilla de todos y después de varios años de convivencia conjunta, habían decidido hacer oficial su unión.

Poco tardó en aparecer el primer obstáculo: muchos de los invitados no podrían asistir en la fecha señalada, el 21 de marzo, pues habían surgido problemas técnicos en la línea ferroviaria extremeña y hasta el día siguiente no estaría operativa. Se solucionó pronto, puesto que el Ayuntamiento local estuvo presto y ofreció el día 22 el centro de ocio para tan magno acontecimiento.

Aunque la hora fijada eran las ocho y media de la tarde, ya desde muy temprano se podía observar cierto revuelo en los alrededores, con muchos curiosos que no querían perder detalle en el desfile de personajes que no tardaría en producirse.

Con un salón completamente abarrotado y personas incluso en las escaleras, se inició la celebración matrimonial, cuyos preparativos corrieron a cargo del Fondo Cultural Valeria y el Ayuntamiento de Campanario. Actuó como maestro de ceremonias, el cronista oficial, don Bartolomé Díaz, que estuvo claro, conciso y como siempre cargado de fina ironía.

Se le había encargado el programa del acto al todoterreno Diego Piropo. Sus letras nunca serán sobre papel mojado y su legado permanecerá por los siglos de los siglos.

A continuación, comenzaron las distintas intervenciones. Abrió el fuego, Diego Caballero 'Levita', plasmando con firmeza y emoción sus vivencias espirituales, así como las terrenales en un día de romería con el grupo de la 'Peña Restrandera'. Todo ello rimando versos de autoría propia.

Seguimos recorriendo senderos, cantares, y poemas de la tierra con el eco grave y ancestral de Jesús Blázquez.

Fue la voz dulce y envolvente de Rocío López la que nos transportó hasta otra comunidad, la gallega, con unos versos hermosísimos de Rosalía de Castro, para después saltar fronteras y contarnos qué pasa con el amor después del amor

Con versos propios, y respirando extremeñismo por los cuatro costados, dejó huella recitadora y musical el incombustible Juan Sánchez.

'Dorremifasolearon' con maestría, Magdalena Trenado y María José Soriano; la primera, el acordeón con sones al más puro estilo arrabalero. La segunda, con mucha elegancia el piano. Ambas se unieron a Manuel Huertas, con verbo pausado y seguro, sumergiéndonos a todos los presentes en las sabias reflexiones del universal Benedetti.

Con voz lírica, afinación perfecta y muy cálida en el recitado, Rosario Pinto, acompañada a la guitarra de Pedro Miguel, nos inyectaron en vena la melancolía de las negras sombras de Rosalía de Castro resumiendo en tres minutos todo un año de amor de Luz Casal.

Dos jóvenes invitadas también quisieron decirle algo a las dos contrayentes que se mostraron emocionadas a lo largo de las distintas intervenciones. Judith Martín declamó con convencimiento el 'Volver' de Gil de Biedma y 'El Pequeño Vals Vienés' lorquiano, surrealismo en su estado más puro.

Mucho eco poético con María Piedraescrita Carmona, quien transitó desde los versos de Carolina Coronado (dejarte a ti en la mar y a mí en la tierra es la más amarga de las suertes) hasta las 'Estrellas en Invierno'.

Llegó el turno de la gran Isabel García Sáenz, que entusiasmó al respetable impartiendo un cursillo acelerado de expresión corporal y distinto registro de voces, para dar vida a versos de Gabriel y Galán. Campechana y locuaz, supo entristecernos con el famoso 'Embargo', hacernos reír con 'El Varón' y apiadarnos de la dura vida del 'Vaquerillo'.

Juan Pedro Escudero y su inseparable guitarra, supieron pasar en décimas de segundo de la tristeza brutal del tema 'De haberlo sabido' al fresco optimismo de 'Niña Voladora' con estrofas eternas («en un cuartito los dos/ veneno que tú tomaras•/ Veneno tomaba yo»).

El grupo musical 'Poesía eres tú'( Cati Gallardo, Juani Tena, Mari Àngeles García, Juani Gallardo, Ingri Becerra, Juani Díaz, Pedro Antonio García y Pedro Miguel Ponce) , culminó el acto con el famoso 'Romance de la luna' de Lorca y 'Tu Risa' de Pablo Neruda. Final apoteósico, haciendo camino al cantar con todo el público entregado y entonando el himno machadiano de 'Cantares'. Para muchos de los asistentes, ese último decir en papel arrugado de don Antonio con «estos días azules y este sol de infancia» se transformaba en «muchos soles y días de adolescencia» en los que ya pensaban que la palabra, la poesía y la canción serían eternamente armas cargadas de futuro. Larga vida a los invitados, a los escuchantes y a las contrayentes.

Las desposadas no quisieron desvelar el lugar donde celebrarían su luna de miel, pero manifestaron que en este periplo nupcial se olvidarían totalmente por unos días de móviles, cámaras fotográficas y portátiles. Sólo un libro sería su compañero de viaje. Ya habría tiempo a la vuelta de ver detenidamente las grabaciones de lo que en esa tarde aconteció para paladear con tranquilidad los maravillosos regalos poético-musicales que todos sus buenos amigos les habían hecho en esa jornada inolvidable. Mientras, en algún lugar lejano, los seguirían paladeando con la imaginación, haciendo bueno aquello que habían oído alguna vez de «las caricias soñadas son las mejores».

Por algo 'Si puedes soñarlo, puedes hacerlo' había sido el lema escogido en la fiesta de celebración de su 'Sí, quiero'. La poesía siempre tendrá llaves que encajen en la cerradura de la música y viceversa.

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