Campanario disfruta del verano de la forma más loca, divertida y refrescante

Campanario está disfrutando del verano de la forma más loca, divertida y refrescante. Fiestas del agua en la piscina, ya sean diurnas o nocturnas, hinchables acuáticos para paliar las altas temperaturas, la cada vez más conocida fiesta Holi para poner color a las tardes, e incluso su propio Grand Prix, donde no faltaron las risas y el buen humor.

La noche del 2 de agosto la piscina municipal su ya conocida Fiesta del agua nocturna. Una alternativa diferente para disfrutar de estas instalaciones y darse un chapuzón aprovechando la bajada de las temperaturas durante la noche y compartir con los amigos y familia. Además, había una zona de baile para disfrutar al ritmo de la música que se pudo escuchar de la mano de José Juan DJ y JM Ayuso DJ.

Unos días más tarde, el 8 de agosto, los pequeños campanarienses también disfrutaron de su propia Fiesta del agua infantil, aunque también lo hicieron los no tan pequeños. Tras celebrar la fiesta del agua nocturna, las instalaciones de la Piscina Municipal acogieron de nuevo una fiesta dirigida a la diversión y a paliar el calor, aunque esta vez dirigida al público infantil. Una actividad refrescante para una jornada en la que la localidad rozó los 40 grados.

Entre medias, el martes 6 de agosto, regresó lo que ya se ha convertido en toda una tradición de la temporada estival: el Fiestón del Verano. El Parque de la Constitución se llenó de hinchables y atracciones acuáticas para que los niños pudieran bañarse y disfrutar con divertidas actividades y juegos.

Y dado que el verano es la época del colorido por excelencia, decenas de personas disfrutaron del color y el buen rollo de la Fiesta Holi, y es que por algo se le conoce en la India como la 'fiesta de la paz'. La explanada de la piscina vivió explosiones de colores, donde las temperaturas elevadas y algo de viento hicieron presencia, pero sin eclipsar la diversión y las ganas de pasarlo bien. Al ritmo de la música participantes de todas las edades convirtieron la actividad en una tarde donde rieron a carcajadas.

Ya el 14 de agosto el pueblo vivió su propio Grand Prix del verano y Humor Amarillo, con multitud de juegos y pruebas. Seis equipos de peñas locales compitieron en el antiguo campo de fútbol por ser el mejor del concurso y alzarse con el premio de un jamón. El equipo blanco fue el que obtuvo la mayor puntuación en la suma de las diferentes pruebas, aunque el verdadero premio, aunque suene a tópico, fue el humor del espectáculo que vivieron tanto los participantes como el numeroso público. Como colofón se soltó una vaquilla ante la que los más atrevidos se echaron al ruedo para dar algunos capotazos y realizar quiebros y engaños, aunque con algún revolcón que otro, que ella también sabe defenderse.

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