Bartolomé Miranda durante la presentación del libro. S. G.
Artículo: Las colaboraciones de Antonio Reyes Huertas en la Revista Letras
LEGADO LITERARIO ·
Bartolomé Miranda Díaz es Profesor en Consortium for Advanced Studies Abroad-Seville (CASA) Sevilla, (Universidad de Cornell). Es uno de los responsables de la nueva publicación sobre Antonio Reyes Huertas, presentada el pasado mes de septiembre durante el fallo del Premio de narración corta que lleva el nombre del escritor. Y ahora, ha querido contar a HOY CAMPANARIO qué contiene este nuevo libro y cómo se ha fraguado
El año 1942 fue para Antonio Reyes Huertas un año crucial dentro de su producción literaria. Su duodécima novela, Lo que la arena grabó, le había valido el premio literario convocado por la editorial catalana Hymsa y, con ello, un contrato de vital importancia. Éste aseguraba a nuestro escritor la edición de una nueva novela cada año, además del compromiso de reeditar varios de sus trabajos anteriores.
Aquella nueva situación puso punto y final a una larga y desigual racha de ediciones y autoediciones que no pocos esfuerzos le costó a Reyes Huertas sacar adelante; abriendo ante él un periodo verdaderamente fructífero. Atrás quedó entonces su faceta de periodista para dar paso, casi por entero, a su yo literario. Un yo que el 1 de mayo de 1943 fue notablemente elogiado por José López Prudencio desde las páginas del periódico Hoy; un trabajo que puede ser considerado el primer estudio serio de su producción literaria.
Pese al éxito, las muchas cargas familiares que soportaba entonces Reyes Huertas como padre de familia numerosa (once hijos y cinco sobrinos a su cargo), hacían que el contrato con Hymsa no fuese suficiente para alimentar tantas bocas. Es por ello que el escritor se vio obligado a aumentar la producción de sus, ya para entonces, reconocidos cuentos y estampas costumbristas, amén de una pequeña serie de novelas cortas. De ello da buena cuenta el escritor en una de las primeras cartas enviadas a su amigo el poeta pacense Manuel Monterrey el 10 de mayo de 1944; el mismo año, precisamente, en el que empezó a colaborar con la revista Letras:
Sigo trabajando en mi retiro apacible, alejado de las tertulias literarias […]. Mi pausa en la preparación de novelas, impuesta por el plan editorial al que se ve constreñida por circunstancias la Hymsa, la aprovecho en colaboraciones. Ahora en días pasados me solicitó Arriba para sus páginas literarias. He tenido que aceptar. Mandé un cuento […]. No sé si lo publicarán en esta semana o en la otra –los domingos-, ni lo que me pagarán por él; según mi sobrino, trescientas pesetas. Otro artículo que me pidieron el año pasado para un extraordinario, 175. Con, esto amigo Manolo, con cuentos para Lecturas y Letras a treinta duros, artículos para la Gaceta del Norte a quince y cosillas para el Hoy, que me viene pagando, y yo no subiré nunca, a diez, y con lo que me dan las novelas y estas tierrecitas, voy llenando en lo que puedo las exigencias de más de una docena de personas que viven a mi cargo y que piden pan, zapatos, vestidos y hasta novedades. ¡Un horror! […].
El retiro desde el que dice trabajar Reyes Huertas es, sin duda, Campos de Ortiga, su pequeña finca ubicada junto a la aldea de La Guarda. Es en esta particular Arcadia en la que nuestro autor escribió buena parte de sus novelas, mayores y cortas; pero también, de sus estampas, cuentos y relatos.
Entre sus novelas cortas me gustaría destacar ahora las editadas entre 1944 y 1951 en la revista Letras(revista del hogar), una publicación de carácter mensual, que había sido fundada en 1937, y estaba dirigida a un público femenino. Sus contenidos incluían habitualmente noticias de sociedad, moda y belleza; estrenos de cine; recetas de cocina; secciones de deporte, cultura, viajes y entretenimiento; y, por supuesto, un apartado dedicado a la literatura.
Reyes Huertas publicó por primera vez en ella en marzo de 1944 y desde entonces no dejó de hacerlo hasta un año antes de su fallecimiento. Como muestra de aquella producción, la editorial Beturia ha publicado recientemente una selección de aquellos textos preparada por quien escribe estas líneas y Antonio Pedrero Rubio.
En las seis novelas cortas seleccionadas, el estilo realista-costumbrista del autor se hace muy presente. Un estilo en el que se retratan a la perfección los paisajes (rurales y urbanos) y los tipos populares de la España de entonces acompañados, a menudo, de un discurso moralizante y una perspectiva marcadamente católica.
Así, por ejemplo, la férrea división de clases sociales, el rechazo a lo moderno y defensa de las viejas costumbres, están muy presentes en relatos como el de El hondero o La Gallineta; este último salpicado además de modismos, contracciones y localismos asociados al tosco lenguaje de los humildes pescadores.
La linda imitadora, por su parte, es una crítica abierta a la literatura rosa extranjera, tan de moda en la época, en la que comienzan a aparecer las heroínas femeninas. Una novedad no muy del gusto de Reyes Huertas quien, anclado en la tradición, defiende un tipo de mujer muy distinto. El discurso moralizador del autor se hace aquí evidente.
Algo similar sucede en Una mujer a bordo, donde el estereotipo femenino y sus supuestos roles vuelven a ser motivo de debate. De hecho, de poco le valen a la protagonista Emma Aracil sus muchas virtudes y destrezas como deportista y piloto de avión, en comparación con sus conocimientos de costura y primeros auxilios, los que –en parte– hacen despertar el amor del capitán hacia ella.
Este discurso moralista está en parte motivado –o al menos incentivado– por la orientación de la revista Letras, la cual estaba dirigida a un público femenino, económicamente solvente y de ideas tradicionales. Basta dar un repaso a los anuncios publicitarios que salpican sus páginas para corroborarlo.
El tímido contrapunto a todo ello parece encarnarlo Mariela, la protagonista de La Gallineta, una mujer hecha a sí misma, con carácter y voz propia, libre en comparación con las otras pero que, irremediablemente, sucumbe ante las directrices sociales de su entorno, aunque todo parezca suceder por voluntad propia.
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REYES HUERTAS, Antonio. Antología de Novelas Cortas. Selección de las colaboraciones de Antonio Reyes Huertas en la revista Letras. Madrid: Beturia Ediciones, 2019. Edición de Bartolomé Miranda Díaz y Antonio Pedrero Rubio. Ilustración de portada Virginia Pedrero Boceta.
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