El alumno José Luis Blázquez comparte su relato ganador sobre la violencia de género

Si nacemos gritando ¿por qué hemos de guardar silencio?

Nunca nadie nos enseñó que el miedo existía hasta

que llegaron las circunstancias. Aquellas ocasiones en las

que una palabra, un gesto y hasta un golpe nos lo enseñó.

Y así, nos mostró su cara el miedo, la inseguridad, la

soledad de sentirnos vivas, de querer ser libres, esa

libertad que tuvimos y que un día alguien nos robó.

Los malos recuerdos que cicatrizaron en nuestra mente y

que allí se instalaron para recordarnos lo que no

queremos volver a vivir y lo que sí deseamos poder vivir.

La confianza, la seguridad esa con la que pisamos sobre

nuestros zapatos día tras día para sostener un futuro

mejor por y para todos, porque el derecho a la vida nos lo

regaló la mujer que nos llevó en su vientre y ese derecho

no se puede robar.

Ladrones de sueños que un día también tuvieron la

libertad de elegir, esa elección de seguir regalando vida y

no de vetar vidas, porque al igual que las flores nacen en

el campo con el derecho a crecer, brillar y dar sus mejores

frutos, así de ese modo queremos y ansiamos sentirnos:

¡VIVAS, LIBRES Y BRILLANDO!