La Virgen de Piedraescrita regresó de vuelta a su casa en la tarde-noche de ayer domingo. La Patrona fue despedida, una vez más, de forma multitudinaria por los campanarienses, que de esta forma dijeron adiós a La Barranquera que durante el último mes permaneció en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Campanario, a donde llegó con motivo de la Feria de Abril.
Pedro Jesús Mora dirigió la última subasta como Hermano Mayor en la iglesia. En este caso, las pujas por los cuatro brazos para sacar a la Virgen de la parroquia se acercaron a los 400 euros.
Tras salir de la iglesia, la 'Barranquera', arropada por cientos de fieles, bajó por la calle Real, haciendo una parada en la calle donde se sitúa el convento de las Clarisas. Las hermanas, asomadas a la azotea, no dudaron en asomarse para despedir a la Madre.
La otra parada importante fue en la Cruz de Piedraescrita, donde se concentró buena parte de la población para darle el último adiós a la Patrona. Tras cantar la Salve, la Virgen inició el camino hacia su ermita, a donde llegó pasadas las nueve de la noche.
Por tanto, la Virgen de Piedraescrita ya preside el altar de su santuario, que se levanta en los barrancos y en donde de nuevo volverá a recibir las visitas de los devotos.