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Trabajadores de Arteserena, preparando un pedido de Cremositos del Zújar.
En el Olimpo mundial de los quesos

En el Olimpo mundial de los quesos

Tras ser designado el segundo mejor queso del mundo, los pedidos de Cremositos del Zújar, que elabora Arteserena en Campanario, prácticamente se han duplicado

Fran Horrillo

Viernes, 25 de noviembre 2016, 13:49

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La actividad estos días es frenética en las instalaciones de Arteserena, la fábrica de Campanario situada en la carretera a Villanueva donde se elabora de forma artesanal Cremositos del Zújar, que la semana pasada era elegido segundo mejor queso del mundo en el World Cheese Awards.

Un certamen que, en su vigésima novena edición, se celebró en San Sebastián y que está considerado como el mayor concurso del planeta dedicado en exclusiva a este exquisito producto lácteo. Algo así, como los Oscar de los quesos.

Pues bien, en este excepcional escaparate que reunió a 3.061 quesos participantes de todo el mundo y procedentes de 35 países, Cremositos se coló en el segundo puesto del podio a nivel mundial. Un reconocimiento que ha supuesto todo un espaldarazo para Arteserena, que con su logro ha sido capaz de colocar en el mapa mundial tanto a Campanario como a Extremadura.

El galardón ha tenido gran repercusión mediática, y desde la semana pasada la gran familia de Arteserena vive en una nube, con una sensación que mezcla orgullo y responsabilidad, ya que los pedidos de este queso elaborado artesanalmente a base de leche cruda de oveja merina, que aportan ganaderos de La Serena, prácticamente se han duplicado.

Nos hemos visto desbordados. Nuestra web se ha colapsado debido a la gran cantidad de pedidos que hemos recibido de cientos de particulares. Y al conocerse la concesión del premio, muchos de nuestros clientes habituales han incrementado sus pedidos, algunos al doble. Por tanto estamos a tope, teniendo en cuenta que nos encontramos a las puertas de la campaña navideña, que siempre es la más fuerte. Luego, no damos abasto con la gran cantidad de llamadas, emails y mensajes que hemos recibido felicitándonos, desde todas las partes del mundo. Esto nos ha superado, ya que la verdad es que no nos lo esperábamos, ya que entre otras cosas desde la organización nos dijeron en principio que la muestra para concurso que les enviamos no les había llegado. Así de sincero se muestra Marcelino Real, gerente de Arterserena y uno de los precursores de esta joya láctea que se elabora en Campanario.

Marcelino es un maestro quesero por tradición familiar. Su abuelo y su padre tenían una industria quesera en Cantabria de queso de nata y desde que tenía 10 años empezó a aprender la profesión. A los 18 años se cerró la empresa y se fue a Ciudad Real a una quesería a fabricar queso de oveja. Durante su estancia de 10 años en Almadén, conoció a ganaderos de Campanario a los que compraba la leche y en el bar de La Laguna decidió asociarse un día con ellos para elaborar la torta de La Serena. Así fundó con otros trece socios más, en 1994, la empresa Arteserena en Campanario, de la que éste es consejero delegado, y que con los años ha logrado consolidar la marca Cremositos del Zújar.

En el World Cheese Awards celebrado en la capital donostiarra, Arteserena recibió un oro en la categoría de quesos oveja leche cruda con Cremositos del Zújar, pero como este queso obtuvo una puntuación elevada, pasó a la final de Súper Oro, donde volvieron a competir los 15 mejores, y ahí es donde el queso campanariense fue reconocido como el segundo mejor queso del mundo.

Kraftkar, un queso azul de Noruega, fue proclamado como el mejor del mundo. Según el jurado, "el vencedor, una pieza artesana de 700 gramos y curada durante un año, es bastante espeso, con venas azules solidificadas y un moho que se ha desarrollado y distribuido muy bien. Su textura es formidable, incluso crujiente".

Por su parte, el queso campanariense, con una textura muy blanda, aspecto brillante, una coloración ligeramente dorada, de olor intenso y de sabor suave, pero con un elegante punto de amargor, obtuvo la segunda plaza. Eso sí, empatado a puntos con el Cala Blanca, un queso de vaca de Menorca. El tercer puesto del podio lo ocupó otro queso español, un Oveja Grazalemeña, de Cádiz, con la misma puntuación que un italiano Gorgonzola Doce.

Mientras que el queso ganador de Noruega obtuvo 71 puntos, el de Campanario y el de Menorca sumaron 67, por los 64 de los terceros. Hasta 260 expertos formaron parte del jurado que se dividió en 66 grupos para otorgar medallas de oro, plata y bronce en diferentes categorías. Los 66 mejores fueron valorados por un jurado de 16 integrantes que hicieron una última cata para elegir al World Champion Cheese 2016, donde quedaron 15, entre ellos el Cremosito.

Pero qué es lo que diferencia a Cremositos del Zújar de otras tortas y quesos de La Serena. Marcelino Real tiene la clave: Cuando iniciamos la producción, hicimos un estudio de mercado entre amas de casa, que nos demandaron que el sabor del queso tenía que ser más suave, pues consideraban que amargaba demasiado debido al cuajo de cardo que se utiliza. Así que decidimos utilizar menos cuajo, para darle más suavidad y eso es lo que nos diferencia con el resto de tortas. Y es algo que se sigue apreciando.

Arteserena cerrará el año con una producción de un millón de litros de leche de oveja merina, que supone unos 200.000 kilos de queso. Esperan que sea suficiente para poder surtir todos los pedidos, incluidos los que destinan a exportación, ya que también sirven quesos en Holanda, Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Canadá o Dubai. Unas fronteras que esperan seguir rompiendo con este premio, que seguro que les ayudará a seguir conquistando el mercado exterior: Al tener prestigio mundial, seguro que nos abre puertas, pues en otros países lo primero por lo que preguntan curiosamente es por los premios que tiene el queso, no por la calidad.

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