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Francisco, junto con su nieta, muestra orgulloso el gran calabacín que ha cultivado en su huerto.
Un calabacín de casi 5 kilos en Campanario

Un calabacín de casi 5 kilos en Campanario

Francisco Calderón Pajuelo, un vecino campanariense jubilado, ha cultivado este hermoso ejemplar con el que cocinaron un pisto para toda la familia

Fran Horrillo

Jueves, 14 de julio 2016, 09:08

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El campanariense Francisco Calderón Pajuelo, jubilado de 69 años, aún respira aliviado al comprobar que la virulenta granizada del pasado 6 de julio que azotó la localidad, no se llevó por delante uno de los frutos más valiosos que ha criado en su huerto este verano. Y es que días antes de la tormenta, cortaba de la mata un calabacín inusual por sus dimensiones, al pesar casi cinco kilos.

En concreto, la espectacular hortaliza marcó en el peso los 4 kilos y 800 gramos, y medía 62 centímetros. Un calabacín que ha llamado mucho la atención entre sus amigos, que no han dudado en felicitarle por tan asombroso ejemplar y por sus buenas manos como hortelano.

Francisco, conocido en Campanario con el mote de Furriel, siempre se dedicó a la construcción, aunque uno de sus hobbys ha sido siempre el cultivo de su huerto y su viña.

Este hermoso calabacín, en concreto, lo ha criado en el corralón de su hijo, situado en la Cruz del Plao, donde tiene un pequeño terreno dedicado al cultivo de sus hortalizas.

Allí tiene sembradas gran variedad de hortalizas ecológicas como lechugas, pepinos, berenjenas, calabacines, coliflores, ajos, cebollas y patatas de otoño, ya que la otra variedad de patatas las cultiva en su viña.

Recuerda que en una ocasión también tuvo una berenjena de gran tamaño, aunque no puede precisar con exactitud el peso que marcó.

Como explica, para sacar adelante un ejemplar de estas dimensiones, tampoco existen muchos secretos: El secreto es el tiempo que le dedico. Me encanta pasar las horas cultivando el huerto. Es más, mi señora me dice que me va a llevar allí la cama, ya que me llevo gran parte del día cuidándolo. Por tanto, son muchos los mimos que le doy a todas mis hortalizas, entre ellas este hermoso calabacín. De hecho, admite que allí echo todas las horas que puedo, que son bastantes, ya que cuando estoy en el huerto no me acuerdo ni de volver a casa pues estoy muy a gusto.

Esta hortaliza, admite, la cogió a tiempo. De no haberlo hecho, no podrían haberla degustado: En más de una ocasión lo he dicho. Menos mal que he cogido el calabacín, porque la granizada que cayó a principios de mes ha ocasionado grandes destrozos en mi huerto.

Un calabacín del que, por supuesto, dio buena cuenta toda la familia: Parte del calabacín le ha cocinado mi señora haciendo pisto para mis hijos y para nosotros, y el resto le he guardado como semilla para ver si el próximo año sale otro ejemplar de igual o de superiores dimensiones.

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