Fran Horrillo
Lunes, 31 de agosto 2015, 08:10
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Dentro del proyecto, Arbórea ha elaborado dípticos resumiendo el patrimonio natural existente en la ruta de Campanario a La Guarda. Un camino, en el que se encuentran charcas temporales y pequeños arroyos esenciales para la supervivencia de los amenazados anfibios.
El patrimonio natural de Campanario es un ejemplo de la riqueza de entornos creados por la acción humana, como pseudo-estepas y dehesas. El municipio se encuentra dentro del área protegida ZEPA La Serena y Sierras Periféricas y ZEC La Serena. En el sendero de La Guarda se pueden ver reflejados los principales hábitats de Campanario y su biodiversidad en un rico mosaico de paisajes agrícolas y naturales. Esta ruta ofrece, por tanto, una oportunidad única de conocer, valorar y promocionar una buena parte de la naturaleza de La Serena.
En cuanto a paisaje y hábitats, en Campanario podemos encontrar hasta seis entornos distintos en los que podemos disfrutar de la riqueza natural. El hábitat principal es la pseudo-estepa, zona desarbolada para el pastoreo de ganado y hoy hogar de aves esteparias. En menor medida, existen zonas de matorral, dehesas y, en las sierras periféricas, monte mediterráneo. Por último, también encontramos humedades en torno a los grandes embalses del Zújar y Orellana y una importante vegetación de ribera (de interés comunitario) a lo largo de los ríos Guadiana, Zújar, Ortigas, Guadalefra y otros pequeños arroyos.
Respecto a la fauna, en el camino a la Guarda se observan fácilmente un gran variedad de aves (esteparias, como la avutarda o el sisón, y rapaces como el aguilucho o el cernícalo) criando y alimentándose en las pseudo-estepas; anfibios como el sapo corredor o el gallipato, muy presentes en las pequeñas charcas ganaderas, o reptiles que prosperan en roquedos y zonas arbustivas, como la lagartija cenicienta o colirroja. También hay mamíferos comunes en el monte mediterráneo, como el zorro, el jabalí, el tejón, etcétera y, por último, los abundantes insectos, con especial mención a las libélulas en medios acuáticos.
En cuanto a flora, la vegetación más representativa son las herbáceas, con alta diversidad y abundancia de gramíneas y compuestas. Los arbustos están dominados por la retama y los árboles por la encina, sobre todo formando dehesas: paisaje humanizado vulnerable a una gestión inadecuada. Campanario cuenta, además, con vegetación peculiar: acebuches, tarajes y tamujos. Como flora singular existen hasta cinco especies de orquídeas. Suelen estar acompañadas de una alta diversidad de plantas con flores vistosas como lirios, narcisos y gladiolos.
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