El madrileño Juan Carlos Fernández gana el primer premio del Antonio Reyes Huertas de Relatos Cortos

El segundo premio, de 250 euros, ha sido para el sevillano José Quesada Moreno, con 'Su rastro en el aire'; mientras que el tercer premio, de 150 euros, ha recaído en Antonio Tocornal Blanco, natural del municipio gaditano de San Fernando pero residente en Mallorca, con su relato titulado 'Los formidables Balasi Brothers'.

El concejal de Cultura, Diego Murillo, que comenzó el acto recordando al fallecido José Miguel Santiago Castelo, indicó que para este segundo certamen se recibieron más de 200 trabajos. Unas obras procedentes de todos los rincones de la geografía española. No obstante, también se recibieron trabajos de diversos países europeos, así como de Sudamérica y Estados Unidos.

Fueron casi 20 personas las que conformaron la comisión lectora, que se encargaron de depurar las cerca de 40 obras que resultaron finalistas y que, posteriormente, pasaron al jurado. Un jurado compuesto por Ángela Hernández, escritora y ganadora del I Premio Antonio Reyes Huertas; Antonio Basanta Reyes, nieto de Antonio Reyes Huertas y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez; Bartolomé Díaz, cronista oficial y que representaba al Fondo Cultural Valeria; Diego Fernández, maestro, pintor y poeta, que también representaba a Valeria y Rosa Jiménez Gallardo, profesora de Lengua y Literatura que representa al IES Bartolomé José Gallardo.

Precisamente, antes de dar paso a la lectura del fallo, Miguel y Juan, de la familia Vargas, hicieron las delicias del público asistente interpretando con sus guitarras unos tangos extremeños. Acto seguido, fue el presidente del jurado, Bartolomé Díaz, el que tomó la palabra.

Primero, el cronista oficial ofreció unos datos históricos para explicar la relación del paisano Antonio Reyes Huertas, el 'cantor de Extremadura', con los relatos cortos. Y acto seguido, dio lectura al acta del fallo del jurado.

Fue Diego Murillo el que fue dando a conocer los datos biográficos de los autores, que luego subieron al escenario a recoger sus diplomas, la estatuilla de Reyes Huertas obra del escultor Ricardo García Lozano y sus cheques, al tiempo que ofrecieron unas palabras al público.

Antonio Tocornal, tercer premio, cursó estudio de Bellas Artes en Sevilla y tras una larga estancia en París, se instaló en la isla de Mallorca, donde vive en la actualidad. En 2014, ganó el certamen de Tanatocuentos, organizado por la revista 'Adiós'. El autor excusó su presencia, aunque si quiso dejar un mensaje a través de un vídeo que se proyectó y en el que Tocornal agradeció el premio que, como dijo, "dado que escribir es una tarea solitaria, este tipo de reconocimientos son un orgullo y un estímulo para seguir escribiendo".

José Quesada, segundo premio, nació en Villanueva del Río y Minas (Sevilla), hace 50 años. Es agente comercial pero, como reconoce, "a ratos me da por contar lo que pasa a mi alrededor". Ha recibido ya unos 70 premios y menciones en distintos concursos de poesía y narrativa. El Reyes Huertas lo recogió él personalmente en Campanario, al tiempo que dedicó unas palabras a los asistentes: "Son estos actos, los que le sacan a uno del error de pensar que la literatura es un vicio solitario. Y si es verdad que la pelea del narrador, es una pelea solitaria, no es menos cierto que en su fuero interno esperar que las letras de que junta tengan su eco más allá de esa soledad creativa". De su obra ganador, aseguró que su cuento "narra una historia sencilla y a la vez extraordinaria en su desarrollo, y se trata de un canto contra la soledad". La protagonista se encuentra vieja y sola, con la única compañía de un jilguero disecado que silba como si aún estuviera vivo, cantando 'La Traviata'.

Juan Carlos Fernández, ganador del primer premio, es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente trabaja como profesor de Lengua y Literatura en un instituto de Fuenlabrada. Tiene en preparación tres libros de relatos y dos novelas. Ha obtenido el XX Premio Tiflos de Cuentos, así como el Premio de Cuentos Miguel de Unamuno o el Premio Nacional de Periodistas de Ávila. En su haber tiene una veintena de premios. El autor aseguró que su relato se trata "de una estampa costumbrista, con una trama muy sencilla, que desarrolla la vida diaria de un niño guajero que trabaja, como toda su familia, en el basurero más grande del mundo en Guatemala". Una historia, como precisa, que "pese al drama de pobreza que parece empapar su escenario, el niño que la protagoniza es deliciosamente optimista". Y es que, como dijo, "yo cada día estoy más convencido de escribir historias críticas pero con desenlaces positivos", al igual que las obras de Reyes Huertas que "como he leído, estaban tocadas por la varita mágica del optimismo", aseguró el ganador.

Tras las palabras de los ganadores, cerró el turno de intervenciones el Alcalde, Elías López, que mostró su satisfacción por "el trabajo bien hecho" en esta segunda edición del premio en donde "las expectativas nos sobrepasaron nuevamente".

Para seguir consolidando el certamen avanzó que de cara a la próxima edición se volverá a incrementar la dotación económica. Y es que, como reconoció, "invertir en cultura es invertir en riqueza económica". Además de tener un recuerdo para Santiago Castelo, López aprovechó para agradecer la labor de Diego Murillo al frente de la cultura de Campanario durante tantos años. Una mención arropada por el aplauso del público y que agradeció el concejal.

El acto se cerró de nuevo con la prodigiosa interpretación de guitarra de la familia Vargas. Esta vez con una rapsodia flamenca, poeta extremeño y candibianas.